TEL AVIV.- En una jornada marcada por la tensión y la incertidumbre, el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, llegó este martes a Israel con el objetivo de apuntalar el alto el fuego mediado por Washington en la Franja de Gaza, una tregua que pende de un hilo tras los últimos enfrentamientos y las acusaciones de incumplimiento de ambas partes.
Vance arribó acompañado por su esposa, Usha, en un vuelo oficial procedente de Washington. En el aeropuerto Ben Gurión mantuvo una reunión de trabajo con Steve Witkoff y Jared Kushner, los dos asesores especiales de la Casa Blanca que permanecen en la región desde la semana pasada para coordinar la aplicación de la hoja de ruta pactada con Israel, Hamas, Egipto y Qatar. La agenda del vicepresidente incluye encuentros con el primer ministro Benjamin Netanyahu, reuniones con familias de rehenes y una visita a los centros médicos donde se recuperan algunos de los liberados en los últimos días.
Durante su visita, Vance recorrió un centro de cooperación civil-militar recién inaugurado en Israel que, según Washington, es una pieza clave para mantener en marcha el plan de paz impulsado por el presidente Donald Trump. “El frágil alto el fuego está mejor de lo que esperaba”, afirmó el vicepresidente. En la misma línea, el enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, sostuvo que “estamos por encima de donde pensábamos que estaríamos en este momento”.
La llegada del vicepresidente se produce en un contexto especialmente delicado. El fin de semana se registraron nuevos enfrentamientos en el sur de Gaza que dejaron dos soldados israelíes muertos y decenas de víctimas palestinas. Ambas partes se acusan mutuamente de haber violado el cese de hostilidades: Israel denuncia que combatientes palestinos cruzaron la “línea amarilla”, mientras que Hamas asegura que las fuerzas israelíes realizaron ataques aéreos selectivos y disparos contra posiciones civiles.
La advertencia de Trump
Antes del aterrizaje de Vance, Trump lanzó una advertencia pública a Hamas a través de su red social Truth Social. “Numerosos de nuestros ahora grandes aliados en Medio Oriente, y en las áreas circundantes, me han informado explícita y enfáticamente, con gran entusiasmo, que darían la bienvenida a la oportunidad, a mi pedido, de entrar en Gaza con una fuerza contundente y ‘poner en su lugar a Hamas’ si Hamas continúa actuando mal, en violación de su acuerdo con nosotros”, escribió.
El mandatario afirmó haber pedido a esos países y a Israel “¡Aún no!”, porque “todavía hay esperanza de que Hamas haga lo correcto”. Pero el mensaje culminó con una amenaza directa: “Si no lo hacen, el fin de Hamas será rápido, furioso y brutal”. Trump también agradeció a varios gobiernos por su apoyo, entre ellos Indonesia, país con el que Washington busca fortalecer la cooperación regional en materia de seguridad y ayuda humanitaria.
La publicación provocó reacciones inmediatas. Analistas diplomáticos interpretaron el texto como una maniobra de presión política más que como un anuncio de acción militar, destinada a advertir a Hamas y, al mismo tiempo, tranquilizar a los socios árabes de Trump que temen una nueva escalada. Fuentes del Pentágono, en tanto, aclararon que no existen planes de intervención directa de tropas estadounidenses, aunque reconocieron que Washington ha mantenido “conversaciones exploratorias” con varios países árabes sobre posibles mecanismos de seguridad conjunta en Gaza.
En ese sentido, la visita de Vance tiene un doble propósito. Por un lado, reafirmar el respaldo estadounidense a Israel y por el otro, demostrar que la administración Trump busca liderar la estabilización política y humanitaria de Gaza sin desplegar tropas propias.
Según funcionarios israelíes, Washington presiona a Netanyahu para que cumpla estrictamente los términos del acuerdo y permita mayor flujo de ayuda humanitaria, mientras mantiene sobre Hamas la amenaza explícita de una intervención aliada coordinada si se rompe la tregua.
Los cuerpos que permanecen en Gaza
El alto el fuego contempla una serie de cláusulas humanitarias centradas en el intercambio de rehenes y de restos mortales, una de las partes más sensibles del acuerdo. En las últimas horas, Israel confirmó la identificación del cuerpo del sargento mayor Tal Haimi, de 41 años, secuestrado el 7 de octubre de 2023 durante el ataque al kibutz Nir Yitzhak. Según datos del Ejército, aún se espera la recuperación de los cuerpos de otros 15 rehenes israelíes.
Hamas, por su parte, devolvió recientemente varios cuerpos en cumplimiento parcial del pacto y anunció que este martes por la noche entregará los restos de dos rehenes más. En reciprocidad, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) facilitó la transferencia de 15 cadáveres palestinos desde prisiones israelíes hacia la Franja de Gaza, en un gesto destinado a sostener la frágil dinámica de cooperación humanitaria que sostiene la tregua.
Las autoridades sanitarias gazatíes denunciaron que varios de esos cuerpos mostraban signos de tortura y malos tratos, incluyendo ataduras, quemaduras y fracturas graves. El Ministerio de Salud de Gaza pidió una investigación internacional independiente y calificó los hallazgos como “evidencia de posibles crímenes de guerra”.
Israel rechazó las acusaciones. El Servicio de Prisiones afirmó que “todos los detenidos reciben atención médica y condiciones conformes a la ley internacional” y acusó a Hamas de usar los cuerpos como parte de una “campaña de desinformación” para debilitar la tregua.
Incidentes armados
El Ejército israelí (FDI) informó que grupos armados palestinos dispararon contra tropas en la zona de Rafah, lo que derivó en una respuesta inmediata. Según fuentes palestinas, los bombardeos posteriores causaron decenas de muertos y heridos. El gobierno israelí asegura que los ataques se dirigieron a posiciones de Hamas y que “ninguna operación terrestre ha cruzado la frontera”.
Las fuerzas israelíes comenzaron además a reforzar la llamada “línea amarilla” —la franja de seguridad acordada tras la retirada parcial— con barreras de hormigón y torres de observación. Desde la entrada en vigor del alto el fuego, se registraron al menos nueve incidentes armados.
El jefe de la inteligencia egipcia, Abbas Kamel, viajó a Tel Aviv para discutir con funcionarios israelíes y enviados estadounidenses la implementación del acuerdo. Egipto y Qatar son considerados los principales garantes de la tregua, aunque ambos expresaron su frustración por el incumplimiento parcial de los compromisos. Desde Doha, el emir Tamim bin Hamad Al Thani criticó a Israel por presuntas violaciones al cese de fuego y por la expansión de asentamientos en Cisjordania, al tiempo que reafirmó su voluntad de continuar mediando mientras la tregua se mantenga.
En tanto, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la ONU trabajan para acelerar la entrada de ayuda humanitaria, refugios y suministros médicos antes del invierno.
Agencias AP, AFP y Reuters y The Washington Post