Cada 12 de octubre, la plaza de Lima de Madrid se convierte en una pasarela de formalismos y elegancia. Y no solo por la solemnidad del desfile militar, sino porque desde hace casi dos décadas, el estilismo de la reina Letizia acapara los titulares y redefine, año tras año, su forma de entender la moda institucional. La cita nacional ha sido el escaparate perfecto para mostrar su evolución estética: del clasicismo prudente de sus primeros años de una princesa a la sofisticación vanguardista de una reina que hoy la caracteriza.
2004
Letizia Ortiz debutó en 2004 en el desfile de la Fiesta Nacional a penas cinco meses después de casarse con del entonces príncipe Felipe. Su look era clásico y conservador: un conjunto morado de chaqueta y falda de Felipe Varela, diseñador con el que se ha alieado cada año para una fecha tan señalada. Además, contaba con una chaqueta entallada y cinturón marcando la cintura. Complementos discretos y maquillaje minimalista completaban una imagen de contención y respeto institucional.
2005
Casi al final de su primer embarazo, la entonces princesa de Asturias eligió un vestido crema plisado con abrigo beige bajo el pecho. Tacones bajos, discretos y cómodos, aseguraban estabilidad durante el desfile. Era un estilo premamá que equilibraba feminidad y formalidad.
2006
De nuevo embarazada, esta vez de la infanta Sofía, Letizia apostó por un vestido rojo con abrigo largo beige, de Varela un año más. El corte bajo el pecho realzaba la figura y mostraba su capacidad para combinar el estilo con la comodidad necesaria para una futura madre.
2007
La princesa sorprendió con un vestido azul con grandes piedras en la cintura y un abrigo más claro en la misma gama cromática. Las medias y los zapatos de ante a juego completaban un look arriesgado dentro de su estética sobria.
2008
Elegante y clásica, Letizia escogió un vestido gris azulado con banda bajo el pecho y abrigo con brocados. Los peep toes nacarados de Magrit y un bolso negro y morado de Hugo Boss creaban contraste, mientras que los pendientes largos de diamantes y perlas australianas añadían sofisticación.
2009
El look consistió en un vestido malva con abalorios tipo botón y chaqueta a juego. Para la recepción, prescindió de la chaqueta, mostrando un vestido sin mangas y cuello a la caja. Los salones de ante rosa y los pendientes de Chanel completaban el conjunto.
2010
La entonces princesa pompió con la tradición de la falda y optó por pantalones grises de pata de elefante y blusa rosa talco. Fue un look polémico por el protocolo, pero se equilibró con salones nude y un gran chal para protegerse del frío.
2011
Más discreta y sobria, eligió un dos piezas de tweed y blusa con drapeados. Tacones nude de Magrit y clutch de Malababa acompañaban un estilismo sencillo, elegante y sin estridencias.
2012
Inspirada en el estilo francés, Letizia vistió un conjunto de falda y chaqueta en tonos rosados y lilas de Varela, combinando salones nude de Magrit y bolso Adolfo Domínguez. El look se convirtió en uno de los más recordados de su época como princesa.
2013
Último Día de la Hispanidad como princesa de Asturias. Lució un dos piezas formado por chaqueta rosa talco y vestido granate de encaje, con complementos de Magrit. En la recepción, se retiró la chaqueta para mostrar la manga francesa de encaje transparente.
2014
Primer 12 de octubre como reina. La nuera de Juan Carlos I escogió un vestido de tweed y crepé de lana verde con galón trenzado frontal, firmado por su diseñador de confianza. Tacones y cartera a juego de Magrit. El look consolidaba su estilo elegante y regia sobriedad.
2015
Varela volvió a vestirla con un vestido azul noche en doble crepé con chaqueta a juego. Clutch metalizado azul Prusia y salones de Magrit. Los pendientes con aguamarina y diamantes añadían un toque de distinción, símbolo de la evolución hacia la sofisticación madura.
2016
Elegante y moderno, el abrigo-vestido de tweed blanco con cristales y georgette negro formando flores fue la elección. Lo combinó con salones nude de Magrit y cartera sobre a juego, mostrando un estilo muy cuidado y con atención al detalle.
2017
Un conjunto en cheviot azul con falda de vuelo y chaqueta entallada con cinturón consolidó su estética sobria. Los pendientes de perlas y el broche heredado de la Reina Sofía aportaban un guiño a la tradición real.
2018
Letizia apostó por un vestido midi de encaje Chantilly color arena con falda plisada y chaqueta cruzada de crepé a juego. Bolso y salones en tono coordinado. Al quitarse la chaqueta en la recepción, se revelaba la delicadeza del cinturón que estilizaba la figura.
2019
Se decantó por un vestido rosa talco camisero de seda y tul bordado con mariposas, combinado con salones destalonados y clutch rosa fresa de Magrit. Pendientes de la reina Sofía y moño alto le daban un aire juvenil y elegante a la vez.
2020
En un año marcado por el dolor y la desolación que dejó la pandemia mundial de la Covid-19, la monarca decidió repetir un conjunto de Felipe Varela estrenado en 2017: vestido burdeos de terciopelo y abrigo rojo carmín con cintas frontales. Complementos neutros y pendientes largos de Aldao. La elección transmitía prudencia y continuidad en tiempos difíciles.
2021
Rompiendo la tradición, Letizia estrenó un vestido azul celeste de María Barragán. Escote en V, drapeado lateral y cinturón a juego. Bolso marrón de Magrit y pendientes Bulgari completaban un look que combinaba modernidad y frescura.
2022
La mujer de Felipe VI vistió un vestido de gasa verde con lunares blancos y escote cruzado, apostando por la firma sevillana Vogana. Combinó cartera blanca y salones a juego, con pendientes de perlas y diamantes. Un estilismo que mostraba su dominio del color y del detalle en la década actual.
2023
El diseñador Juan Vidal firmó su vestido azul con estampado floral y mangas abullonadas, corte camisero con frunces bajo el pecho. Salones nude destalonados de Carolina Herrera y pendientes de diamantes completaban un look moderno y fresco, con aire veraniego incluso en octubre.
2024
En un día marcado por la lluvia, Letizia llevó una gabardina larga Hugo Boss X Caro Daur, combinada con bolso a modo de clutch y salones cómodos de Magrit para el desfile. Dentro del Palacio Real, se descubrió un vestido rojo midi de Poète con cuerpo con lazada y mangas abullonadas, reutilizado tras estrenarlo en marzo de 2023. Los pendientes de rubíes de Aldao y la cartera roja completaban un conjunto elegante y práctico.