Betssy Chávez, última jefa de Gobierno del expresidente de Perú Pedro Castillo antes de su detención en diciembre de 2022, ha sido ingresada este lunes de urgencia en un hospital con desnutrición y bradicardia tras pasar diez días en huelga de hambre.
Su abogado, Raúl Noblecilla, ha difundido en su cuenta de la red social X el informe médico elaborado por el equipo médico del Hospital María Auxiliadora, donde ha sido trasladada «con desnutrición por inanición y el corazón debilitado (bradicardia) tras diez días de huelga de hambre».
Así, ha asegurado que Chavéz «está en riesgo de vida», ha denunciado que «el (Instituto Nacional Penitenciario) INPE calla y se niega a responder ante esta situación extrema», tras lo que ha afirmado que «la dictadura es responsable de su vida».
«La situación de nuestra compañera Betssy Chávez es cada vez más grave. Su vida corre un riesgo real e inminente, consecuencia de una medida extrema que asumió frente a la injusticia y la persecución de esta dictadura», ha agregado en otro mensaje publicado en la misma plataforma.
Chávez permanece encarcelada desde junio de 2023 tras ser acusada de participar en el fallido autogolpe de Estado del expresidente Castillo. La Justicia peruana decretó 18 meses de prisión preventiva por los delitos de rebelión y conspiración, si bien en diciembre del año pasado se le impusieron otros quince meses. La Fiscalía ha solicitado para ella 26 y 34 años de pena privativa de la libertad por las dos causas, según recoge el diario ‘La República’.
Chávez siempre ha negado conocer las intenciones de Castillo, aunque algunos sostienen que fue una de la coautoras del discurso que dio el expresidente cuando anunció aquel breve estado de excepción que supuso su detención.
Desde su llegada a prisión, Chávez ha estado denunciado malos tratos por parte de las autoridades. Su abogado ha asegurado que quieren «eliminar» a su cliente, mientras que las autoridades penitenciarias señalan que no ha querido someterse a los controles médicos.