A sus 50 años, pocas actrices hay en el Hollywood actual que gocen del estatus de Charlize Theron. La actriz de origen sudafricano, ganadora de un premio Oscar a la Mejor actriz principal en 2004 por Monster, ha construido una exitosa carrera a base de figurar en éxitos tales como Mad Max: Furia en la carretera, Blancanieves y la leyenda del cazador, Scandal, Las normas de la casa de la sidra o The Italian Job. Una larga lista a la que, si añadimos algunos elementos como su reiterado apoyo al colectivo LGTBIQ+ y al movimiento #MeToo o su denuncia del ostracismo de la mayoría de las actrices una vez alcanzan cierta edad, nos dará una idea de lo grande que es su figura en la industria del cine estadounidense.
Sin embargo, no hay estrella de Hollywood que no tenga también en su haber uno o varios fracasos ante la crítica y el público, y en el caso de Charlize Theron, uno de los más sonados es sin duda Diré tu nombre. Esta película, dirigida por el famoso actor Sean Penn, trata el romance entre la directora de una organización de ayuda humanitaria y un médico dedicado trabajar en África, cuyo papel cayó en manos del intérprete español Javier Bardem.
Un sonado (y sonoro) fracaso
Por aquel entonces, Bardem era ya una estrella tanto en Hollywood como en el resto del mundo. Ganador de un Oscar por No es país para viejos y nominado en otras tres ocasiones, el actor venía de ofrecer un villano memorable en Skyfall y de ser premiado tanto en Venecia como en Cannes por trabajos anteriores. Por si fuera poco, en la película también participaban estrellas del cine europeo de la talla de Adèle Exarchopoulos (protagonista de la icónica La vida de Adèle), Jean Reno (El profesional) o Jared Harris (Chernobyl). Un impresionante elenco que, sin embargo, nada pudo hacer frente a los 12 minutos de abucheos que la película recibió tras su presentación en el Festival de Cannes.
Pero, ¿cuál era el problema de Diré tu nombre? La mayor parte de las críticas fueron en una misma dirección: aunque Sean Penn es un actor al que se le conoce una gran labor humanitaria en diferentes países y que seguramente quiso utilizar la producción como una plataforma para concienciar sobre los problemas que él mismo había presenciado, lo cierto es que ni al público ni a los expertos les convenció ver ese apasionado romance rodeado de miseria y violaciones constantes de los derechos humanos. La película fue tildada de cursi y al mismo tiempo de cruel, de frívola y al mismo tiempo de moralizante, y por si fuera poco, las interpretaciones de Theron y Bardem fueron valoradas como “las peores de sus carreras” por periódicos como The Guardian.
Eso sí, la imagen que Theron se llevó del actor español fue, pese a todo, más que positiva. En una entrevista con la revista Fotogramas, definió haber trabajado con Bardem como algo “increíble”. “Es como una fuente de energía”, explicó, “me parece que tenía una fuerza descomunal. Y no decepcionó: poder explorar con él, ser su compañera en una experiencia que fue realmente complicada. No era una película fácil de hacer, pero fue un placer trabajar con un actor de tal calibre”.