CÓRDOBA.- El 29 de febrero de 2024 fue asesinado Sebastián Villarreal. Salía de su casa en la ciudad de Córdoba en moto para ir a trabajar. Él les entregó la moto los asaltantes y les pidió que no lo mataran: “Tengo dos hijos, no me maten”. No hubo piedad. Varias veces su familia marchó pidiendo justicia, vio cómo el menor involucrado en el crimen reincidía en el delito en diferentes oportunidades y ahora rechaza de plano la posibilidad de un juicio abreviado. Reclaman un juicio oral y público con jurados populares.
A 19 meses del asesinato, familiares y amigos de la víctima marcharon ayer a Tribunales II con la consigna “exigimos juicio oral y público con jurado popular. Es lo justo para Sebastián. Es justo para nosotros su familia que aún lo esperamos y que necesitamos la verdad. Justo para la sociedad entera, para poder creer y confiar que existe la justicia y que hay un sistema judicial que funciona, dándole la oportunidad a las víctimas a ser escuchadas, a ofrecer pruebas y a defenderse”.
Plantean: “Basta de resolver delitos graves, como el asesinato a Sebastián, mediante la transa de reconocimientos de haber cometido un delito (imputados) a cambio de penas menores (ofrecidas por un fiscal) con la finalidad de evitar un debate y un juicio justo. Esto es a lo que le llaman juicio abreviado. ¡No queremos ser un dato más en la estadística que cierran acuerdos! Las víctimas somos invisibles frente a los ojos del sistema judicial penal cordobés; nos han revictimizado una y otra vez”.
Por la causa, tres mayores de edad irán a juicio por homicidio en ocasión de robo. La Cámara 3ª del Crimen no definió fecha todavía. La defensa analiza la posibilidad de pedir un juicio abreviado. Además, otros siete imputados serán juzgados por ser parte de la banda de motochorros y participar de asaltos violentos.
Graciela Taranto, abogada de la familia, contó a LA NACION que en una audiencia multipropósito la Fiscalía de Cámara ofreció una pena que los acusados puedan aceptar o no. Hasta el próximo viernes tienen tiempo los imputados para ver qué responden. La opinión de los representantes de las víctimas no es vinculante en Córdoba.
Los acusados de homicidio en ocasión de robo -carátula que reimpuso el juez de Control, ya que el fiscal de instrucción Andrés Godoy pidió homicidio criminis causa (solo cabe la condena a perpetua)- son Héctor Alejandro Herrera, de 25 años, prometió antes del delito ocultar la moto Honda Falcón con la que los motochorros llegaron a la casa de Villarreal; Luciano Gonzalo Bustos, de 20, le dio a los menores las balas calibre 380 con las que mataron a Sebastián Villarreal y Axel Fabricio Escada, de 18, quien le entregó la moto Honda Falcón con la que los delincuentes llegaron a la casa de la víctima.
“El planteo que hacemos -dice Taranto-es que falta completar la prueba, que todavía es muy temprano abrir la posibilidad de un juicio abreviado. Creemos que esta era una banda organizada con roles asignados y que actuaban a sabiendas de que podían matar”.
Menor condenado
Hace dos semanas el joven que le disparó a Villarreal fue declarado penalmente responsable del delito de homicidio criminis causae y encubrimiento agravado en el marco de una audiencia en el fuero penal juvenil. Al momento del crimen tenía 17 años; en la audiencia admitió todo y fue hallado penalmente responsable por la jueza Ileana Benedito.
La magistrada ordenó que regresara al Complejo Esperanza y que siga un tratamiento por un año, que podría prolongarse uno más, para entonces resolver si es absuelto o se le impone una pena. La familia solicitó que vaya a la cárcel de Bouwer y sea tratado por técnicos del Poder Judicial ya que entienden que la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) no funciona bien.
El otro menor -quien ahora tiene 16 años- que participó del crimen fue declarado inimputable, aunque está en el Complejo Esperanza por otros robos. Cuatro veces más fue detenido ese chico en procedimientos policiales después del crimen. Una de las veces, en junio de este año, Jimena, la hermana de Sergio Villarreal, posteó “es hora de que renuncien y que sus puestos sean ocupados por personas con la capacidad suficiente para intervenir desde la integralidad y a largo plazo”.
“Responsabilizamos directamente al gobernador Martín Llaryora; al ministro (Juan Pablo) Quinteros; a la ministra (Liliana) Montero y a la secretaria de la Senaf (Julia) Reartes. Nos duele muchísimo la indiferencia y la falta de empatía por parte del Estado”, afirmó.
El menor, el 1° de mayo pasado, participó de un intento de robo de una moto a un policía, junto a otro chico de 16 años. El 29 de ese mes fue aprehendido con un Fiat Cronos con pedido de secuestro por robo en Villa Carlos Paz; en el baúl llevaba chapas apócrifas. El 17 de junio iba en moto con un cómplice y asaltaron a una persona y el 12 de agosto de nuevo fue aprehendido en esa ciudad por robo calificado. Lo trasladaron al Complejo Esperanza.
El hecho
La banda se llevó la moto Honda XR 190 de Sebastián Villarreal y lo mató en la puerta de su casa del barrio Yofre Norte de Córdoba. Tenía 46 años y se iba a trabajar. Estaba con el casco puesto cuando lo abordaron los delincuentes, que le dispararon con un arma calibre 9 milímetros.
Una vecina contó que escuchó “ruidos” y vio a Villarreal pidiendo que no lo mataran porque tenía hijos. Hablaba de Martina, ahora de 21 años, y Santiago, de 16. “Yo golpeaba la ventana, para ahuyentarlos, se escucharon dos disparos. Salimos y estaba tirado en el piso, con pocos signos de vida”, relató la mujer.
La hija mayor de la víctima, abrió una cuenta en TikTok para pedir justicia. Hizo un video con fotos de su familia y dijo que su padre “está presente en todos y cada uno de los recuerdos, anécdotas e historias que con tanto cariño me contaron durante su sepelio”.