Unas horas después de visitar una de las cuatro exposiciones en homenaje al artista Joan Miró que acoge Palma de Mallorca bajo el título ‘Paysage Miró’, los Reyes y sus hijas disfrutaban de una velada de lo más relajada soprendiendo con su presencia al resto de clientes de uno de los restaurantes más exlcusivos de la isla.
Sobre las nueve de la noche, los Monarcas y sus hijas llegaban a ‘Mia Restaurante’ uno de los locales preferidos por la familia para disfrutar de la gastronomía de lugar en un ambiente de lo más relajado. Ante la sorpresa del resto de clientes y bajo la atenta mirada de todos ellos, el rey Felipe saludaba al dueño con un apretón de manos a su llegada mientras que la reina Letizia lo hacía con dos besos muy cariñosos. Tras ellos, también sus hijas Leonor y Sofía accedían al lugar unos pasos por detrás de sus padres.
Apurando los últimos días de su paso por Mallorca antes de disfrutar del viaje privado de veranos anteriores, la Familia Real volvía a presumir de complicidad en sus días de descanso en los que también han cumplido con una apretada agenda institucional en la que el apoyo al deporte, el arte y la cultura ha estado muy presente.
Pocos minutos antes de que el reloj marcase la media noche, la familia al completo abandonaba el establecimiento luciendo una gran sonrisa en el rostro como muestra de lo mucho que habían disrutado de la velada.