La Fiscalía de Sudán ha afirmado este martes en Naciones Unidas que las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés) son responsables de la muerte de más de 30.000 sudaneses y de una larga lista de abusos y violaciones desde que estallase la guerra en abril de 2023.
La fiscal general sudanesa, Intisar Abdel Aal, ha denunciado ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas graves abusos de las RSF en la mayoría de estados en los que se han librado combates, citando violaciones en grupo, esclavitud sexual y desnudez forzada en lo que ha señalado como «una pauta sistemática y preocupante de violencia sexual».
Abdel Aal, que dirije el Comité Nacional de Investigación Crímenes y Violaciones de la Ley Nacional y de la Ley Humanitaria Internacional, ha pedido asimismo «respeto a la soberanía del Estado y no injerencia en nuestros asuntos internos», argumentando que la rebeldía de la milicia «es uno de ellos».
Por contra, el líder de la misión de investigación del Consejo en Sudán, Mohamed Chande Othman, ha insistido en que tanto las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF, por sus siglas en inglés) como las Fuerzas de Apoyo Rápido han cometido graves abusos, describiendo los centros de detención de las RSF como «mataderos», sin ignorar la «tortura» y «abuso sexual» en las instalaciones de las SAF.
Asimismo, ha denunciado que niñas de tan solo 12 años han sido obligadas a casarse, «a veces bajo amenaza de muerte para sus familias», mientras que también «hombres y niños han sido objeto de torturas de carácter sexual», ha descrito Othman, clasificándolos como «actos que tienen su origen en el racismo, los prejuicios y la impunidad, y que devastan comunidades enteras».