La nueva Flotilla de la Libertad, integrada por nueve embarcaciones —ocho veleros y el barco principal Conscience— y con siete españoles entre sus tripulantes, continúa su avance hacia la Franja de Gaza en un nuevo intento por desafiar el bloqueo marítimo impuesto por Israel. Según el sistema de seguimiento habilitado por los organizadores, el grupo se encuentra ya a unas 190 millas náuticas (unos 350 kilómetros) de las costas del enclave palestino, navegando actualmente al norte de Egipto, frente a la ciudad de Alejandría.
La expedición, que zarpó el pasado 27 de septiembre desde Catania (Italia) y cuyo barco insignia partió el día 30 desde Otranto tras ser reparado, tiene como objetivo denunciar lo que califican de “bloqueo ilegal” sobre Gaza y hacer llegar ayuda humanitaria, fundamentalmente alimentos y medicamentos. Entre los participantes, además de activistas, figuran 21 periodistas y otros tantos sanitarios, colectivos que los organizadores consideran especialmente castigados en el contexto del conflicto.
Siete españoles entre los participantes
Siete ciudadanos españoles se encuentran a bordo de la flotilla, según confirmaron fuentes de la propia organización. Se trata de activistas y cooperantes que forman parte del movimiento Rumbo a Gaza, la rama española de la Flotilla de la Libertad, que desde hace más de una década coordina la participación española en estas misiones de solidaridad con el pueblo palestino.
El Conscience, que encabeza la expedición, ya fue atacado el pasado mes de mayo en aguas internacionales frente a Malta durante una travesía anterior. En aquel incidente, la embarcación sufrió daños que obligaron a su reparación en puerto antes de volver a zarpar a finales de septiembre.
Desde la organización española han salido al paso de las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien este lunes aseguró que su departamento “no tenía un registro” de los ciudadanos españoles a bordo. Albares argumentó que es “normal” no disponer de un listado de las personas que deciden libremente embarcarse en un navío y ejercer su “derecho de paso inocente por altamar”.
Sin embargo, Rumbo a Gaza ha desmentido tajantemente esa afirmación y asegura haber informado formalmente al Ministerio. “El Ministerio está informado mediante correo enviado el 30 de septiembre a las 19:26 horas de las personas a bordo del Conscience y sus pasaportes”, señaló el colectivo en un comunicado, precisando que dicho correo fue remitido tanto a la Unidad de Crisis como a Cecilia Barnuevo Artiñano, funcionaria adscrita a la Subsecretaría de Exteriores.
Israel advierte que no permitirá la entrada a Gaza
Las autoridades israelíes han reiterado que no consentirán la llegada de ninguna embarcación a lo que denominan “zona de combate activo”. En un comunicado difundido por el Ministerio de Defensa, el Gobierno de Benjamin Netanyahu ha subrayado que interceptará cualquier intento de romper el bloqueo marítimo y detendrá a todos los tripulantes, como ya sucedió la semana pasada con la denominada Global Sumud Flotilla, cuyos más de 400 activistas fueron retenidos tras su intercepción.
Israel considera que el bloqueo naval sobre la Franja es una medida de seguridad legítima frente a Hamás y otros grupos armados palestinos. Sin embargo, las organizaciones que integran la Flotilla de la Libertad insisten en que se trata de una violación del derecho internacional humanitario y que su misión es exclusivamente pacífica.
José Lozano Maneiro, integrante de la iniciativa española Rumbo a Gaza y participante en el Conscience, relató a Europa Press que durante la jornada del sábado detectaron la presencia de varios drones de vigilancia israelíes sobrevolando las embarcaciones. “Nos tienen perfectamente localizados”, afirmó. Lozano explicó que el ferry en el que viaja podría llegar “en horas” a la zona, pero que han reducido la velocidad para mantenerse junto a los veleros.
El activista gallego da por hecho que serán interceptados antes de alcanzar aguas gazatíes, aunque subraya que los tripulantes están realizando simulacros de abordaje para reaccionar de forma “pacífica y ordenada”. “No queremos que haya víctimas y queremos demostrar que no representamos ninguna amenaza”, añadió.