La fortaleza de los partidos políticos en Uruguay

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Mientras la Argentina asiste a un desarme de su sistema de partidos políticos, en medio de una campaña electoral entre movimientos que carecen de organización partidaria, en Uruguay, los partidos políticos celebran su aniversario que los muestra como los más longevos del mundo. No solo antiguos, sino vigentes. Es uno de los pocos países que aparece como “democracia plena” en rankings de condiciones democráticas y eso se debe en gran parte a la fortaleza de los partidos, que canalizan los sentimientos de entusiasmo y esperanza, y también los enojos y reclamos de cambio. En la crisis argentina de 2001 la consigna era “que se vayan todos”, pero en la crisis uruguaya de 2002 no se llegó a ese extremo, sino que se activó la rotación de partidos en el poder.

Los partidos Colorado y Nacional (Blancos) festejan ahora los 189 años de existencia y preparan para el próximo año la celebración especial de sus 190 años. El Partido Socialista, del que nacieron los partidos y movimientos de izquierda que se nuclean en la coalición de izquierda Frente Amplio, tuvo el 16 de agosto su 51° Congreso; fue fundado en 1910 luego de un proceso iniciado a fines del siglo XIX. Esas tres colectividades comprenden a casi todo el electorado y han gobernado el Uruguay desde su creación; son columnas partidarias que sostienen la vida democrática y republicana y cada vez que ha surgido algún intento personalista fuera de estructura, el electorado lo dejó fuera de juego al poco tiempo. No ha habido lugar para intentos personalistas.

La fecha de nacimiento de los partidos uruguayos no tiene la precisión de un acta, pero hay consenso sobre el episodio que los presentó por primera vez como como bandos políticos. En la batalla sobre el arroyo Carpintería del 19 de setiembre de 1836 los liderados por Manuel Oribe usaron una vincha (divisa) blanca y los conducidos por el caudillo Fructuoso Rivera, una colorada. Aparte, cada partido reconoce su historia vinculada a su fundador: Fructuoso Rivera por colorados y Manuel Oribe por los blancos. Los colorados asumen su origen en el verano de 1820 cuando el jefe de los orientales, José Artigas, fue derrotado por los portugueses, partió a buscar apoyo de entrerrianos y correntinos, que no obtuvo y se exilió en Paraguay hasta su muerte en 1850.

Rivera era lugarteniente de Artigas y rechazó el planteo de abandonar el territorio, hizo un pacto con el invasor lusitano para quedar como comandante militar en la campaña y que se respetara la tenencia de tierra de los orientales. Ahí forjó el liderazgo de un bando propio, que luego sería la base de los colorados. En 1830 fue el primer elegido como presidente del Uruguay. Los nacionalistas o blancos marcan su origen un mes antes de aquella batalla, con una decisión del entonces presidente Oribe, que había sido impulsado por Rivera, porque la Constitución no habilitaba reelección. Oribe se desprendió de Rivera para gobernar con autonomía y el caudillo se sintió traicionado y lideró rebeliones. Para defender su gobierno, el 10 de agosto de 1836 Oribe decretó el uso de una cinta blanca con la leyenda Defensores de las leyespara militares, policías, funcionarios y todos los ciudadanos.

En la Batalla de Carpintería ambos bandos estrenaron sus divisas, los de Oribe con aquella blanca, y los de Rivera dejaron la celeste para usar la colorada, que se diferenciaba bien de sus adversarios. Las fuerzas de Oribe ganaron la batalla, pero el asedio de Rivera fue más fuerte y sobre el final del período de gobierno, Oribe se fue a Buenos Aires para volver con apoyo del gobernador Juan Manuel de Rosas, e instalar en las afueras de la ciudad un gobierno paralelo. Fue el inicio de la Guerra Grande (1839-1852); se derramó tanta sangre que, a su final, los intelectuales culpaban a “las divisas” de todos los males, y promovían “el fusionismo”, para diluir a blancos y colorados en listas al Parlamento sin colores. La fuerza de los caudillos partidarios y el sentido popular de pertenencia a una y otra divisa impidió la fusión y revivió a los partidos.

Con el tiempo, los blancos fundaron el Partido Blanco o del Orden Constitucional (1854), más adelante el Club Nacional (1872) y a partir de 1887 el Partido Nacional. Los colorados usaron expresiones distintivas, pero siempre hablaron de “el partido colorado”, que se reorganizó en enero de 1881 con una estructura más propia de partido político. La izquierda comenzaba a organizarse en gremios primero y en partidos después: fue creciendo de a poco desde fines de silgo XIX y también ganó su lugar. En el siglo XX los colorados encontraron como líder a José Batlle y Ordoñez, dos veces presidente (1903-1907 y 1911-1915) que emprendió reformas de vanguardia y marcó una matriz política para el país. Los blancos encontraron a su principal líder en Luis Alberto de Herrera, que tuvo que lidiar con dirigentes que dividían la colectividad nacionalista, y al final de su vida llevó al partido a la victoria histórica de 1958, que desplazó del poder a los colorados, tras nueve décadas.

La izquierda tuvo en Emilio Frugoni a su fundador y a Líber Seregni, el abanderado de la izquierda unida y amplia. Los partidos estuvieron amenazados por distintos motivos, los colorados por gobernar bajo impacto de crisis económicas durísimas, los blancos por desgaste de derrotas ante su adversario, la izquierda por una ruptura de 1989; pero se mantuvieron firmes y con aval popular. Desde la primera elección directa de presidente en 1922, colorados y blancos conseguían más de 92% sumados. En 1962 hubo un primer intento de unidad de izquierda pero fue parcial: comunistas con el Frente Izquierda de Liberación-Fidel y socialistas con la Unión Popular, mientras que los partidos fundacionales bajaron su predominio a poco menos de 90%. El bipartidismo comenzó a resquebrajarse en 1971 con la creación de la coalición de izquierda y centro-izquierda, Frente Amplio, que votó el 18%, y los colorados y blancos sumados bajaron a 80%.

Tras la dictadura de 1973-85, la izquierda creció, ganó el gobierno de Montevideo en 1989 y empató a sus rivales tradicionales en 1994. Fue una elección única, de tercios: Colorados 32,3%, Blancos 31,2% y Frente Amplio 30,6%. En 1999, la izquierda pasó a ser el partido más votado con 40% de piso hacia adelante. Desde la instauración del balotaje, colorados y blancos compiten en primera vuelta y se unen en segunda instancia y hay dirigentes que piden concretar eso en una alianza para 2029: Coalición Republicana. Uruguay estuvo gobernado por solo tres partidos: la izquierda tuvo cuatro períodos (tres seguidos en 2005-2020 y 2020-5), los blancos en seis (1834, 1860, 1958, 1962, 1989 y 2019), un período “fusionista”, la dictadura militar (1973-1985) y el resto fueron gobiernos colorados.

En las urnas compiten partidos, no proyectos personales. Son partidos políticos con base popular, representativos de los uruguayos y columnas de una democracia que se distingue de otros países, especialmente de una Argentina fragmentada y agrietada.

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