A lo largo de los años, Luciano Castro se consolidó como una de las figuras del teatro argentina, interpretando diversos roles tanto en obras como en ficciones de todo tipo. Sin embargo, el actor sigue teniendo presentes a quienes lo acompañaron en su camino. Así las cosas, este viernes, el artista le deseó feliz cumpleaños a Mariano “El Chino” Fernández, un antiguo compañero de elenco de Jugate Conmigo. Para esto, la figura del espectáculo eligió una foto retro de sus días en el programa.
“¿Te acordás qué tiempos aquellos. Feliz cumpleaños Chino”, escribió la pareja de Griselda Siciliani en sus redes junto a una imagen junto a Mariano. En la foto se ve a Castro sonriente, con el torso desnudo, mientras posa junto a sus compañeros. La foto fue reposteada por Fernández, quien mostró su cariño por su excompañero.
El proyecto juvenil, conducido por Cris Morena en 1993, fue uno de los programas más exitosos de su época. En aquel entonces, el staff estuvo integrado por diversos jóvenes que incursionaban en los medios como: Luciano Castro, Michael Brown y Mariano Fernández.
Mariano Fernández tenía apenas la adolescencia encima cuando, en 1993, se sumó a la segunda temporada del programa. Cada tarde, el segmento lideraba los niveles de audiencia en la pantalla de Telefe. El formato, que combinaba música, juegos, actuaciones y novelas juveniles, fue una plataforma de lanzamiento para una generación de jóvenes talentos.
Dentro de Jugate Conmigo, los jóvenes participantes debían asumir múltiples desafíos, una característica distintiva de los programas de Cris Morena. No solo cantaban y bailaban, sino que también actuaban en distintas propuestas de ficción que se integraban al formato televisivo.
Gracias a su carisma y simpatía, Mariano rápidamente captó la atención del público, que lo adoptó con el apodo de “El Chino”. Fue durante las grabaciones de Life College, una de las ficciones emitidas dentro de Jugate Conmigo, que Fernández comenzó a involucrarse de manera más profunda con la actuación. Motivado por la experiencia, decidió iniciar clases de teatro, dando el primer paso hacia una formación artística más formal y consciente.
Luego, el Chino continuó trabajando en el medio artístico, consolidando su carrera en distintas producciones televisivas. Participó en algunas de las tiras juveniles y dramáticas más relevantes de la época, ampliando su experiencia como actor.
Entre las ficciones en las que trabajó se encuentran Chiquititas, un clásico de Cris Morena enfocado en el público infantil; Montaña rusa, segunda vuelta, que retomaba el espíritu de una generación en crecimiento; Los buscas de siempre, una serie que exploraba las vicisitudes de jóvenes de clase baja en Buenos Aires; y Soy tu fan, una producción que abordaba las relaciones amorosas y de amistad con una mirada fresca y contemporánea.
Tras varios años de trabajo constante en la televisión, Mariano Fernández tomó la decisión de alejarse progresivamente de la pantalla y del nivel de exposición pública que había caracterizado su adolescencia y juventud. Esta transición no surgió de un rechazo hacia el medio artístico, sino de una búsqueda personal y profesional más profunda.
Justamente, esa experiencia y el hecho de observar el detrás de escena de los programas descubrió su interés por la producción. Todo se dio luego de que el artista hiciera una pausa en su carrera para reflexionar lo que realmente quería hacer. La primera experiencia que confirmó su vocación fue la producción de una obra de teatro infantil, un momento que él identificó como decisivo en su trayectoria futura.
Actualmente, Mariano Fernández trabaja en Revolución, la productora dirigida por Armando Bo, especializada en la realización de publicidades. Desde su ingreso, ha participado en varios proyectos tanto de corte comercial como cinematográfico, consolidando su carrera en el mundo de la producción audiovisual.
En el ámbito cinematográfico, Fernández formó parte de dos películas de relevancia: El último Elvis, con la que inició su vínculo con la productora, y Animal, protagonizada por Guillermo Francella. Previamente, también había trabajado con Luis Ortega en el film Caja negra, estrenado en 1999, lo que refleja un recorrido consistente en proyectos de calidad dentro del cine argentino.
