Aunque los gatos son animales domésticos que recurren generalmente al llamado de sus dueños, lograron conservar sus instintos salvajes como la caza, el marcaje del territorio y la necesidad de afilar sus uñas. Es muy común que, aquellos felinos que viven en casas con acceso al exterior, salgan por las noches a dar una vuelta, ya que son animales nocturnos, que están más activos al amanecer y al anochecer. Además, les gusta explorar, investigar su territorio, oler y cazar insectos y ratones.
Sin embargo, hay personas a las que no les gusta que gatos ajenos vayan a su jardín a explorar o lo ensucien. Y a pesar de que existen distintos olores que los gatos odian, hay un aroma muy particular que los felinos rechazan y sirve para ahuyentarlos del jardín. Es que el sentido del olfato de un gato es unas 14 veces mejor que el de los humanos, según National Geographic. El tejido especializado de la nariz que contiene los receptores que detectan los olores (epitelio olfativo) de un gato doméstico es de cinco a diez veces mayor que el de una persona.
Como resultado, los gatos tienen hasta 200 millones de células especializadas en detectar olores, frente a nuestros cinco millones. El olfato, a diferencia de los otros cuatro sentidos en el gato, está completamente desarrollado cuando nacen. Las crías usan el olfato para orientarse hacia el pezón de la madre y poder alimentarse. Por eso mismo, son tan sensibles a los olores.
Según el sitio especializado en felinos Katpole, las cáscaras de naranja o limón son un repelente eficaz para gatos. Los gatos detestan las cáscaras de cítricos porque su olor es demasiado fuerte. Se trata de una opción natural para alejar a los felinos de tu jardín. También funciona con otros cítricos como las limas, pero las naranjas son la opción más conveniente. Y es muy sencillo llevar a cabo este método para ahuyentar gatos: solo hay que cortar las cáscaras de las naranjas o limones y esparcirlas por el jardín.
Otra ventaja de usar las cáscaras es que se descomponen en la tierra y enriquecen el suelo, por lo que no solo sirve para disuadir a los gatos, sino que también benefician a las plantas y flores de tu jardín.
¿Qué hacer para que los gatos se vayan?
Existen otras opciones naturales que sirven para ahuyentar a los gatos:
- Mentol
- Eucalipto
- Menta
- Vinagre
- Ajo
- Pimientos picantes
Alimentos prohibidos para gatos
Según en sitio especializado Vets&Clinics, existen alimentos que son prohibidos para los gatos porque son perjudiciales para su salud. Son los siguientes:
- Leche: una vez el gatito es destetado, su cuerpo deja de producir la enzima lactasa que permite digerir los lácteos. Por esta razón, un gato que ingiere leche puede padecer diarreas, vómitos y otros problemas digestivos.
- Huesos y espinas: los huesos pequeños, sobre todo las de ave, se astillan con facilidad y pueden producir heridas, desgarros y úlceras en el esófago y el intestino del gato, del mismo modo que las espinas del pescado.
- Chocolate: el cacao contiene teobromina, una sustancia que, tanto el gato como el perro, eliminan muy lentamente y es tóxica. Puede provocarles taquicardia, diarrea, vómitos, fallos orgánicos y hasta el coma y la muerte si la ingesta es muy elevada.
- Alcohol: al igual que en el caso anterior, la mayoría de animales son incapaces de metabolizar el alcohol.
- Embutidos, conservas de carnes y pescados para personas y otros alimentos con sal: los gatos tienen un aparato renal muy delicado, y no gestionan bien los excesos de sal. Pueden padecer hipertensión, daños renales y otros problemas sistémicos.
- Dulce de leche, mantequillas y otros alimentos grasos: la dieta del gato debe ser muy rica en proteínas, pero muy baja en lípidos. Las grasas son alimentos prohibidos para gatos, especialmente las saturadas, pues pueden provocarles pancreatitis.
- Dulces y productos azucarados: tanto el azúcar como otros endulzantes son alimentos perjudiciales en el gato, ya que su metabolismo no está preparado para asimilarlos.