De todos los personajes en la historia de la fuga de la plata de los cuadernos de las coimas, supuestamente encabezada por el fallecido secretario de Néstor Kirchner, Daniel Muñoz y su viuda, Carolina Pochetti, el abogado canadiense Peter Michael Karam tal vez sea el más cinematográfico de todos, el más novelesco.
El caso que lo tiene como imputado es un desprendimiento del expediente principal de los cuadernos, investigado también por el fiscal Carlos Stornelli, con el aporte y la querella de la UIF, hoy encabezada por su colega Paul Starc, que apunta a un daño de más de 70 millones de dólares, plata de grandes empresarios recolectada por Roberto Baratta que habría terminado en manos de Muñoz para convertirse en 14 propiedades en Miami y New York, manejadas por sociedades offshore a nombre de testaferros.
En la trama, hay empresarios devenidos en presuntos testaferros, martilleros, viejos amigos del poder, abogados convertidos en imputados, primos, esposas y amigos, hasta Isaac Esparza, un curioso experto mexicano en apuestas. Ninguno de ellos se parece a Peter Michael Karam. Es una historia en sí mismo.
Muñoz fallece de cáncer el 25 de mayo de 2016. Varios arrepentidos aseguraron que, tiempo antes de morir, apuntó al Caribe para el último gran negocio, rodeado de una serie de asesores. Así, la organización buscó oportunidades en las orillas de agua azul, con nuevos testaferros.
Parte del estudio jurídico Karam & Missick, que operaba el paraíso fiscal caribeño de Turks & Caicos, el abogado fue procesado en Comodoro Py, acusado del delito de lavado de activos agravado, por supuestamente hacer su parte y llevarse su tajada en la compra de cuatro lotes de playa de un resort en construcción en las Islas Providenciales del lugar. Esas parcelas fueron adquiridas, supuestamente, con dinero producto de las ventas de las propiedades en Miami y New York, con Esparza como titular y la creación de dos firmas llamadas Woodhaven y Marble Hill. Woodhaven, descubrió la Justicia federal, fue dirigida por una subsidiaria de Karam & Missick.
En su declaración ante la Justicia argentina, Esparza aseguró que entró al negocio gracias a Carlos Gellert, acusado de ser un testaferro y gestor de la plata sucia, primo de Carolina Pochett. Creyó que firmaba papeles para un food truck y que, al fin y al cabo, no ganó un solo peso.
Así, la Justicia federal embargó a Karam por $40 mil millones. Una circular roja de Interpol contra el abogado pesaba ya hace años. Fue detenido en Turks & Caicos en julio de 2019. En 2020, la Sala I de la Cámara Federal le concedió la exención de prisión. El 14 de agosto último, casi siete años después del supuesto negocio en el Caribe, la Sala I confirmó el procesamiento en su contra.
¿Por qué lo acusaron? Por un lado, la Justicia federal “consideró inverosímil”, asegura el reciente fallo de la Sala I, que Karam “omitiera toda averiguación en torno a cuál podría ser el origen de la fortuna de la millonaria viuda (Pochetti) que le era presentada como inversora, y por otro, que ella fuera a permanecer oculta detrás de un prestanombre mexicano”, es decir, Isaac Esparza “y un entramado de empresas encadenadas en varios países”.
“Por lo tanto”, el juez de primera instancia “tuvo por acreditado que Karam -desde un momento embrionario- dirigió su accionar con pleno conocimiento de que tomaba intervención en la ejecución de una maniobra consistente en reconducir y ocultar activos de procedencia ilícita”.
Sus abogados locales “sostuvieron que no existía una clara identificación de las conductas atribuidas a su asistido”. Asimismo, “argumentaron que sólo había cumplido con sus funciones profesionales y no tenía conocimiento del origen ilícito de los fondos involucrados. En ese sentido, remarcaron que se habían llevado a cabo todas las diligencias debidas aplicables y necesarias sin encontrar indicios de actividades delictivas. Además, enfatizaron que la estructura en cuestión era puramente fiscal. Finalmente, consideraron que el monto del embargo era arbitrario e injustificado”, sigue el fallo de la Sala I de agosto último.
Cómo Karam entra en la historia es un dato, al menos, interesante.
Un agente inmobiliario que opera en Miami que realizó un descargo en el expediente lo señaló: aseguró que Karam llegó a la mesa a comienzos de 2016 gracias a un grupo de argentinos, entre ellos Miguel Plo, ex defensor de Carolina Pochetti, que terminó imputado en la causa del lavado del dinero de los cuadernos.
Así, “durante el año 2016 Peter KARAM se reunió con los clientes argentinos “varias veces” en Miami”, aseguró un testigo que declaró ante el fiscal Stornelli. Las fechas de estos encuentros coinciden con viajes de Miguel Plo, revelados por registros migratorios. Este testigo delator fue de vital importancia: era un hombre particularmente cercano al abogado canadiense, otro abogado de su mismo estudio. “Karam quería mi asistencia en ayudarlo a revisar y analizar la información. Mi entendimiento fue que el cliente era una viuda reciente”, siguió este testigo. No solo se trataba de la muerte de Muñoz: la pista del dinero ya había sido sugerida meses antes en la megafiltración de los Panama Papers.
Así, Karam llegó a la Argentina, una única visita en julio de 2016, a menos de dos meses de la muerte de Muñoz, con una supuesta reunión en el estudio de Miguel Plo “en la cual se habrían discutido las diferentes opciones para el desarmado y licuado de todos los bienes de MUÑOZ –ya fallecido- y de POCHETTI en los Estados Unidos“. Karam y su socio delator no se quedaron mucho; Migraciones marcó que llegaron el 12 de julio y se fueron el 14.
“El 13 de julio, muy probablemente, se haya llevado a cabo esa reunión. Se le presentó el Estudio KARAM & MISSICK a POCHETTI, se le informaron las opciones y se elaboraron las estrategias a seguir”, continuó Stornelli en su pedido de elevación a juicio del caos. Las mayúsculas le pertenecen.
Reunión de directorio
Elizabeth Ortiz Municoy, marplatense, martillera pública, acusada en la trama, fue la mujer del empresario Sergio Todisco, señalado como el primer testaferro de Muñoz y Pochetti, años antes de Carlos Gellert, el encargado de convertir la plata de las coimas en lujosos departamentos.
En su declaración en la causa, apuntó al supuesto rol del estudio Karam & Missick, con una pequeña triquiñuela:
“Esta gente diseñó toda una off shore para que coincida con la fecha del 14/4/2014 o 14/4/15. Es decir, la off shore tenía que ser anterior a esa fecha para que tenga coincidencia con el traspaso de las acciones de TODISCO a MUÑOZ y a POCHETTI. Tenían dos o tres off shore, una de nombre similar a THREE TREES INTERNATIONAL o algo así. Miguel Ángel PLO deciden que estas dos personas viajen a Argentina para reunirse con POCHETTI”, aseveró.
Carolina Pochetti misma habló de Karam en su declaración: “Es en este momento, con el dinero depositado en las cuentas, que aparece la necesidad de crear nuevas sociedades y aparece la opción de Turk And Caicos. Ellos, por el Estudio Plo, se contactan con un estudio de abogados de la isla, cuyo jefe era Peter KARAM, un canadiense. Las acciones ya no estaban a nombre mío, sino a nombre de un muchacho amigo de mi primo, de nombre Isaac, cuyo apellido no lo recuerdo”.
Según la viuda, su ex abogado, junto con otro letrado, era la voz cantante.