Afectadas por la turbulencia cambiaria que se vivió en marzo y cuestiones climáticas, la industria y la construcción tuvieron fuertes caídas en el tercer mes del año. La producción manufacturera bajó 4,5%, mientras que las obras sufrieron una contracción de 4,1%.
Estos datos fueron publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) en su Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPIM) e Indicador Sintético de Actividad de la Construcción (ISAC). Allí también se indicó que, en contraste con la variación mensual desestacionalizada, en la medición interanual la industria creció 5,2% y la construcción subió 15,8%.
Los analistas consultados atribuyen las caídas mensuales en estos dos motores de la economía a una serie de cuestiones coyunturales, como el exceso de lluvia durante el mes, la turbulencia financiera que se vivió antes de la flexibilización del cepo y el acuerdo con el FMI y una menor cantidad de días hábiles.
El economista Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos, opinó que tanto los datos de industria como los de construcción fueron malos y dio una explicación al respecto. “Creo que se juntan varias razones y es difícil distinguir el peso de cada una de ellas. La producción de químicos básicos se vio fuertemente afectada por las inundaciones en Bahía Blanca, también hubo mucha lluvia en marzo, lo que pudo haber pegado a la construcción, impactando también en algunos sectores industriales”, señaló.
Según Tiscornia, el exceso de lluvias en el mes también pudo haber perjudicado a la industria de la carne. “A todo eso, sumaría como tercer factor, la turbulencia financiera que hubo en marzo, que pudo haber frenado la demanda y repercutido en estos sectores”, agregó el economista. Y concluyó: “Todo esto permite anticipar que el EMAE [Estimador Mensual de la Actividad Económica] no será bueno”.
Por su parte, Lorenzo Sigaut Gravina, economista de la consultora Equilibra, coincidió en que las cifras negativas en ambos sectores se explica por una conjunción de razones. “La incertidumbre cambiaria y la suba de tasas fue sin duda una de las principales. En este contexto, la construcción está más complicada, porque los costos en dólares de construir están más altos”, dijo el especialista.
En cuanto a la producción industrial, Sigaut Gravina afirmó que habrá que ver qué sucede con la guerra comercial internacional que es un desafío, “sobre todo si China empieza a exportar sus productos a otros mercados para compensar lo que se le cierra en Estados Unidos”.