“En mi carácter de juez de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal del Departamento Judicial San Isidro, en ejercicio de la Superintendencia, tengo el agrado de dirigirme a usted a los efectos de informarle que ni la doctora Julieta Makintach, como así tampoco el resto de los magistrados y funcionarios que integran los tribunales orales en lo criminal N°2 y N°3 solicitaron permiso alguno para utilizar las instalaciones del palacio central de Tribunales, situado en Ituzaingó 340, en la fecha consignada. Cabe destacar que el acceso de mención resulta ser exclusivo para magistrados y funcionarios, sin importar el horario o el día de acceso, toda vez que resulta ser el único ingreso al edificio central cuanto este se encuentra cerrado al público, pero destacando que la custodia del edificio debe registrar en el libro de guardia todo ingreso fuera del horario o días inhábiles».
La afirmación corresponde al juez del tribunal de alzada Luis Cayuela y se trata de su respuesta a la fiscal Cecilia Chaieb, una de las funcionarias que interviene en la investigación sobre la presunta vinculación de Makintach, magistrada que interviene en el juicio por la muerte de Diego Maradona, con la producción de un documental sobre el debate que comenzó el 11 de marzo pasado.
La aclaración sobre los TOC 2 y 3, se debe a que Makintach integra el TOC N°2, pero se sumó al TOC N°3 para completarlo y poder llevar adelante el proceso en contra de siete integrantes del cuerpo médico de Maradona.
La investigación, que comenzó tras una denuncia que hicieron los abogados Fernando Burlando y Mario Baudry, representantes, de Dalma y Gianinna Maradona y de Verónica Ojeda, la madre de Diego Fernando, el hijo menor del astro fallecido el 25 de noviembre de 2020, respectivamente.
En el expediente que llevan adelante Chaieb y sus colegas Carolina Asprella y José Amallo se incorporaron las filmaciones de las cámaras de seguridad del edificio de Tribunales, que registraron el ingreso de la magistrada bajo sospecha junto a un camarógrafo, María Lía Vidal Aleman —una amiga de la magistrada, definida como “guionista” por un testigo clave—, José Arnal, de la productora La Doble, y otras dos personas, el domingo 9 de marzo pasado, poco después de las 16.
Entonces Chaieb le mandó un oficio a Cayuela para saber si la jueza Makintach había pedido autorización para el ingreso de la “comitiva” que la acompaña ese domingo, cuando faltaban dos días para que empezara el juicio.
Además, se secuestró el libro de guardia donde tampoco se registró el ingreso de los visitantes.
Las filmaciones de las cámaras de seguridad del edificio de Tribunales no son las únicas pruebas que podrían confirmar el vínculo de la jueza con la producción audiovisual.
Los investigadores, tras una serie de allanamientos, secuestraron filmaciones donde se observa grabaciones que le hicieron a la jueza poco antes de comenzar el debate y cuando estaba por ingresar en la sala de audiencias. El escándalo parece no detenerse.