Con apenas 27 años, la actriz peruana Lorenza Bernasconi se ha convertido en uno de los rostros más prometedores del teatro en Nueva York. Su trabajo en la escena de Broadway y Off Broadway no solo ha visibilizado su talento, sino que también ha puesto el nombre del Perú en los reflectores internacionales, gracias a nominaciones y premios que reconocen su compromiso con el arte y la calidad de sus interpretaciones.
Vocación desde la infancia: los inicios de una carrera artística
Lorenza cuenta a la agencia Andina de noticias que su relación con el arte empezó muy temprano. A los cuatro años ya intuía que el arte sería su vida, aunque confiesa que de niña era sumamente tímida. Esa timidez se transformó en energía creativa durante su preadolescencia, cuando se subió a un escenario por primera vez y descubrió su verdadera pasión: la interpretación.
En el Perú, estudió en reconocidos talleres de actuación como Preludio y La Plaza, donde pudo explorar sus habilidades y reafirmar su vocación por el teatro musical. Fue durante esos años que sus padres comprendieron la seriedad de su decisión y la apoyaron para dar el siguiente paso: salir del país en busca de formación especializada.
El salto a Estados Unidos: una apuesta por la educación artística
Tras culminar la secundaria en Perú, Lorenza entendía que para desarrollar su carrera necesitaba formación de primer nivel. Reconoce que en ese momento no existían opciones para estudiar teatro musical en Lima, por lo que decidió postular a escuelas en el extranjero. Fue así como obtuvo una media beca para estudiar actuación en Nueva York, lo que marcó un punto de inflexión en su vida.
“De otra forma hubiera sido muy difícil poder acceder a una ciudad como esta”, reflexiona. Con un padre economista y una madre historiadora de arte, Lorenza no tenía referencias teatrales directas en su hogar, pero recibió el consejo fundamental de convertirse en una especialista en su área. Esa mentalidad la llevó no solo a estudiar, sino también a enseñar actuación tras graduarse, cumpliendo con la meta familiar de contar con un título profesional.
Los desafíos de la migración y la perseverancia en el arte
Instalarse en Estados Unidos no estuvo exento de dificultades. Como migrante joven, Lorenza tuvo que adaptarse a un entorno exigente y competitivo. Recuerda con gratitud los consejos que recibió de otros artistas latinos, como una actriz argentina que le insistió en la importancia de audicionar constantemente. “Le agradezco en el alma esas palabras”, señala, pues fue ese consejo el que la llevó a asumir con disciplina el desafío de pasar audiciones sin contactos previos.
Su estrategia rindió frutos: hoy cuenta con más de siete años de experiencia en la escena teatral norteamericana, demostrando versatilidad en interpretaciones tanto en inglés como en español. Su habilidad bilingüe ha sido una ventaja que ha despertado un notable interés en la escena neoyorquina.
Reconocimientos y proyectos destacados
Entre sus logros más notables está haber sido la peruana más joven en debutar en Off Broadway con la obra “Evaluna”, por la cual fue nominada a los premios ATI. También fue considerada Mejor Actriz Principal por los premios Broadway World por su actuación en “Good Cuban Girls”.
Su participación en “Odd Man Out” ha sido particularmente relevante. La obra ganó recientemente el premio de la Off Broadway Alliance como Mejor Experiencia Teatral Única y fue nominada a los premios Drama Desk en la misma categoría. Lorenza valora especialmente esta experiencia, recordando que fue uno de los proyectos en los que más confió desde el inicio, pese a que apenas estaba empezando.
Actualmente se prepara para una nueva temporada como Adela en la obra “La Casa de Bernarda Alba”, que se presentará en Off Broadway con repertorio en español. Además, es parte del proyecto cinematográfico “Respectfully”, que comenzará a filmarse en agosto.
Dificultades personales y profesionales
Pero no todo ha sido éxito y reconocimiento. Lorenza relata con sinceridad los momentos difíciles que ha tenido que enfrentar viviendo en el extranjero. Uno de los más dolorosos fue la muerte de su primo Franco en un accidente, un evento al que no pudo asistir por estar comprometida con un proyecto teatral del que no podía desligarse. “Ahí ves que el tiempo pasa”, reflexiona sobre el precio de la distancia.
En el ámbito profesional también tuvo un duro revés cuando fue rechazada para un importante proyecto de Hollywood por no contar con la ciudadanía estadounidense completa. “Las productoras grandes de cable te las súper complican en ese sentido”, lamenta, aunque admite que ha aprendido a lidiar con los “no” que abundan en la industria artística.
Una embajadora del arte peruano en Nueva York
Lejos de limitarse a trabajar en proyectos estadounidenses, Lorenza mantiene viva la conexión con su tierra. Forma parte de un grupo de artistas peruanos en Nueva York que busca visibilizar y traer la dramaturgia peruana a la escena de la ciudad. “Estoy súper atenta, a los directores y dramaturgos emergentes”, dice con entusiasmo, demostrando su compromiso con el intercambio cultural.
Un mensaje para los jóvenes artistas
Consciente de los retos que enfrentan los jóvenes que quieren dedicarse al arte, Lorenza les lanza un consejo claro y directo: “Háganlo. Si no saben cómo empezar porque no tienen contactos como me pasó a mí, les aconsejo que lo realicen siempre desde la educación”. Invita a quienes tienen dudas a contactarla directamente por sus redes sociales, ofreciendo apoyo y orientación.
Finalmente, Lorenza se muestra agradecida por el camino recorrido, reconociendo el privilegio de haber recibido reconocimientos y nominaciones. Pero no se detiene ahí: “Sigo siendo igual de ambiciosa y vamos por más”, declara, reafirmando que para ella, el arte no es solo una carrera, sino un modo de vida.
