La reciente muerte de Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010, ha causado un profundo impacto en el mundo literario y en la opinión pública internacional. Con 89 años y una prolífica carrera que abarca más de seis décadas, el autor peruano no solo deja un legado literario invaluable, sino también un considerable patrimonio económico y personal, cuya distribución entre sus herederos (sus tres hijos Álvaro, Gonzalo y Morgana) podría generar atención mediática en los próximos meses.
Un patrimonio millonario y múltiples propiedades
La vida del autor de ‘La ciudad y los perros’ no solo estuvo marcada por la excelencia literaria, sino también por una intensa vida pública y un estatus de figura internacional. Este perfil le permitió acumular un considerable patrimonio a lo largo de los años. El Nobel que recibió en 2010 le otorgó un premio monetario de un millón de euros, al cual se sumaron los ingresos provenientes de los adelantos editoriales, ventas mundiales de sus libros, derechos de autor y contratos exclusivos como columnista en El País de España, cuyos artículos eran ampliamente sindicados.
Además de sus ingresos literarios, Vargas Llosa contaba con importantes bienes inmuebles en distintas partes del mundo. Tras su polémico divorcio de Patricia Llosa, su esposa desde 1965, el patrimonio fue dividido. El escritor conservó propiedades como su emblemático piso en Madrid, de más de 290 metros cuadrados con una gran terraza, ubicado en una de las zonas más codiciadas de la capital española. También tuvo en su poder un apartamento en Londres, que luego vendió, y un piso en París, ciudad que consideraba una de sus favoritas y donde residió durante su juventud.
Por su parte, Patricia Llosa conservó propiedades clave como una residencia en República Dominicana, otra en Nueva York y la casa familiar en Lima, donde Vargas Llosa pasó sus últimos días acompañado por ella y sus hijos.
¿Divorcio ratificado en Perú?
Uno de los aspectos que más ha llamado la atención tras su muerte es la incertidumbre legal en torno al estado de su divorcio. Aunque en España se asumía que Vargas Llosa estaba oficialmente separado de Patricia Llosa desde 2016, la ratificación del proceso en Perú (necesaria para su plena validez en el país natal del escritor) habría quedado inconclusa o, al menos, nunca se informó públicamente sobre su culminación.
Este detalle cobra relevancia ante la posibilidad de que, legalmente, Patricia Llosa haya continuado siendo su esposa hasta el final, lo que podría tener implicancias en la distribución de su herencia, en caso de no haberse modificado su testamento o haber estipulado otras condiciones.
El futuro de los derechos de autor
Con la muerte de Mario Vargas Llosa, se anticipa un aumento en las ventas de sus obras, fenómeno común cuando fallecen figuras literarias de su magnitud. Este incremento en la demanda genera nuevas fuentes de ingresos a través de derechos de autor, que están siendo gestionados por la sociedad Misti Copyright SL, creada por el propio escritor y administrada por su hijo Álvaro Vargas Llosa. Esta empresa fue constituida para centralizar y optimizar el manejo de sus publicaciones, tanto en términos editoriales como audiovisuales.
El rol de Álvaro en la administración del legado intelectual de su padre será determinante, sobre todo ahora que se espera un renacimiento del interés por la obra de Vargas Llosa. Desde sus primeras novelas hasta sus ensayos políticos y columnas de opinión, el universo del Novel de Literatura es vasto y sigue generando ingresos considerables.
Con un patrimonio estimado en más de 10 millones de euros, sumado al valor literario y simbólico de su obra, el legado de Mario Vargas Llosa continuará marcando la historia de la literatura hispanoamericana y, muy posiblemente, generando titulares mientras se define su sucesión.