Diogo Jota, el delantero portugués de 28 años del Liverpool inglés e integrante de la selección de su país, falleció en un accidente de tránsito en una ruta del noroeste de España, cuando su vehículo, un Lamborghini, se salió de la vía y se incendió. En el auto de alta gama viajaba su hermano André Teixeira da Silva (conocido como André Silva), futbolista de 25 años, que también falleció.
Nacido el 28 de abril de 2000, en Gondomar, una ciudad portuguesa perteneciente al distrito de Oporto, Silva actuaba como atacante y extremo izquierdo. De 1,68m, era una de las referencias ofensivas de FC Penafiel, equipo de la segunda división portuguesa, donde jugó 32 partidos en la temporada 2024/25, sumando dos goles y dos asistencias.
Formado en equipos como Gondomar, Boavista U23 y Famalicão U23, la carrera de Silva exhibió una evolución constante, alcanzado su pico este año. Silva se destacaba por su velocidad y habilidad. Tenía una muy buena relación con su hermano y solían compartir muchos momentos juntos, incluso períodos de vacaciones y hasta sesiones de entrenamientos cuando coincidían en el mismo lugar.
En su web oficial, el club Penafiel publicó el siguiente comunicado: “El Futebol Clube Penafiel expresa sus más sentidas condolencias por la trágica muerte de André Silva y su hermano Diogo Jota, víctimas de un accidente de tránsito ocurrido en las últimas horas. La pérdida de dos jóvenes vinculados al mundo del fútbol nos llena de dolor y consternación. En estos momentos difíciles, el Futebol Clube Penafiel expresa sus más sinceras condolencias a la familia, amigos y a todos aquellos que compartieron momentos de vida y pasión por el deporte con André y Diogo. El club declarará luto oficial y rendirá homenaje en los próximos eventos deportivos. Que descanse en paz”.
El Futebol Clube de Penafiel “nació” el 8 de febrero de 1951, mediante la fusión de dos Clubes que en ese momento se denominaban “União Desportiva Penafidelense” y “Sport Clube de Penafiel”.
En los últimos días, el club Penafiel había anunciado el inicio de una nueva etapa en su historia, al vender el 90% de la institución a la familia de Juan Carlos Escotet (economista, banquero y presidente de Deportivo La Coruña), a cambio de 12 millones de euros. “Esta operación busca impulsar el desarrollo de jugadores y estar presente en un mercado tradicionalmente dedicado a la formación y al desarrollo de talento”, afirmaron tras la operación.