El secretario general de la ONU, António Guterres, manifestó este martes su apoyo a todas las personas afectadas por las inundaciones más devastadoras que ha enfrentado Asia en varias décadas, una catástrofe que ha ocasionado miles de muertes y dejado a cientos de personas en paradero desconocido.
Según un comunicado difundido por su portavoz, Stéphane Dujarric, “(Guterres) lamenta con profunda tristeza la trágica pérdida de vidas causada por las graves inundaciones y deslizamientos de tierras en Sri Lanka, Indonesia, Tailandia y Malasia”.
El dirigente de Naciones Unidas, quien además ha “transmitido sus más sinceras condolencias a las familias de las víctimas”, remarcó que continúa en “estrecho contacto con las autoridades de los cuatro países y que están preparados para apoyar las labores de rescate”.
Asimismo, recalcó que los equipos de la ONU presentes en estas naciones “permanecen a disposición de los gobiernos para brindar la ayuda necesaria”.
Los ciclones han golpeado con especial dureza a Indonesia, Sri Lanka, Tailandia y Malasia, dejando a millones de habitantes en situaciones extremas y obligando a muchos a abandonar sus hogares ante los deslizamientos y el avance de las aguas. Hasta ahora, las autoridades estiman que el número de muertos se aproxima a 1.300 y el de desaparecidos ronda el millar.
Según el balance más reciente de la Agencia Nacional para la Gestión de Desastres (BNPB) de Indonesia, el número de fallecidos en el país alcanzó este lunes los 502, mientras que el de desaparecidos aumentó a 508. Más de 2.500 personas han sufrido heridas y alrededor de 550.000 han tenido que ser evacuadas de sus hogares. Las intensas lluvias provocaron el desbordamiento de varios ríos y deslizamientos de tierra que han afectado sobre todo a las provincias de Sumatra Septentrional, Aceh y Sumatra Occidental. “El número de afectados supera 1,4 millones de personas en una región habitada por más de 20 millones”, explicó BNPB.
Las autoridades en Tailandia cifraron el lunes en 176 los fallecidos y reportaron pérdidas multimillonarias en varias provincias sureñas. Más de 1,5 millones de hogares y 3,9 millones de personas padecieron los efectos de la subida del agua, mientras el vocero gubernamental Siripong Angkasakulkiat informó que comenzaron a distribuirse compensaciones económicas para los damnificados y se habilitaron cocinas públicas en los lugares más afectados.
En Sri Lanka, el balance oficial actualizado el lunes alcanzó los 334 muertos y 337 desaparecidos según autoridades locales, con casi 148.000 personas albergadas en refugios temporales. El presidente Anura Kumara Dissanayake declaró el estado de emergencia y calificó la situación como “el mayor y más desafiante desastre natural en nuestra historia”.
(Con información de Europa Press)
