
El uso de granadas y disparos por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) contra patrullas de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL) se ha sumado a una serie de incidentes recientes en la zona fronteriza de Kafr Kila, donde la cifra de efectivos internacionales asciende a cerca de 11.000, incluidos aproximadamente 700 militares españoles. Naciones Unidas expresó preocupación sobre estas acciones y enfatizó la necesidad de que se respete la integridad del personal de mantenimiento de la paz desplegado en la región. Según informó Europa Press, el ataque del domingo involucró el lanzamiento de una granada próxima a una patrulla internacional y disparos efectuados por un tanque israelí, aunque no se han reportado heridos ni daños materiales durante el incidente.
La ONU manifestó el lunes “profunda preocupación” por lo ocurrido y, de acuerdo con Europa Press, la FINUL realizó protestas formales ante las autoridades israelíes. Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general António Guterres, explicó en rueda de prensa que la FINUL se encuentra en contacto directo con las FDI para “protestar enérgicamente por lo sucedido”. Dujarric añadió que “no es la primera vez” que reciben ataques o maniobras hostiles como láseres y disparos de advertencia por parte de las fuerzas israelíes. El portavoz señaló la gravedad del riesgo: “Es muy, muy peligroso”, dijo, y calificó de “completamente inaceptable” cualquier situación que ponga en peligro a los ‘cascos azules’, insistiendo en la urgencia de que estas acciones cesen de inmediato.
Europa Press detalló que, según el relato facilitado por Naciones Unidas, un dron israelí arrojó una granada cerca de una patrulla de la FINUL y, posteriormente, un carro de combate disparó contra los efectivos internacionales en la misma zona de Kafr Kila, dentro del área de operaciones designada a la misión. En una secuencia anterior, también en ese punto, un dron israelí fue calificado como “agresivo” tras su acercamiento a otra patrulla de la FINUL, hecho que motivó la activación de contramedidas defensivas, resultando en el derribo del aparato. El portavoz de Guterres subrayó que, afortunadamente, nadie resultó lesionado y los bienes materiales de la fuerza internacional no sufrieron daños.
En respuesta a estos señalamientos, un portavoz militar israelí negó cualquier ataque intencionado contra efectivos de la FINUL y sostuvo que el dron derribado “no representaba ninguna amenaza”. También admitió el lanzamiento de una granada, argumentando que pretendía evitar que los militares se aproximaran a los restos del dron derribado, según recogió Europa Press.
El contexto de estos acontecimientos se remonta al alto el fuego suscrito en noviembre de 2024, fruto de meses de enfrentamientos posteriores a los ataques registrados el 7 de octubre de 2023. El pacto estipulaba el repliegue de los contingentes armados de Israel y Hezbolá desde el sur de Líbano. No obstante, Israel mantiene activos cinco puestos militares en el territorio libanés, una cuestión que ha recibido críticas desde Beirut y por parte del grupo chií Hezbolá, que insisten en la retirada completa de estas posiciones. Europa Press reportó que Israel justifica los bombardeos y actuaciones militares en Líbano, pese al alto el fuego, alegando que actúa contra operaciones de Hezbolá y, por ende, no viola el acuerdo. Tanto el gobierno libanés como Hezbolá han manifestado rechazo a estos argumentos y Naciones Unidas ha condenado estos episodios.
Europa Press consignó que la coordinadora especial de la ONU para Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, ha iniciado una visita a Israel destinada a mantener consultas con los principales actores implicados en la aplicación de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad, adoptada en 2006. Según el portavoz de Guterres, la agenda de la funcionaria incluye reuniones con altos cargos israelíes para tratar los recientes acontecimientos, con atención a la vigencia del acuerdo de cese de hostilidades y las condiciones necesarias para asegurar la estabilidad y la seguridad en ambos lados de la conocida Línea Azul, la separación de facto entre Israel y Líbano.
La resolución 1701, recordó Europa Press, estableció el fin de las hostilidades entre Israel y Hezbolá y regula el despliegue de fuerzas internacionales en la zona fronteriza. Tras los eventos más recientes y las diferencias persistentes sobre la presencia militar israelí en territorio libanés, la labor de mediación y seguimiento de las Naciones Unidas ha vuelto a centrar la atención en la volatilidad de la región y los desafíos que afronta el personal de mantenimiento de la paz en el terreno.
