La subsecretaria general de Naciones Unidas para África, Martha Ama Akyaa Pobee, ha expuesto este viernes ante el Consejo de Seguridad de la ONU que el conflicto armado en Sudán está estancado y que los dos sectores enfrentados, el Ejército sudanés y la Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), están extendiendo el frente de guerra por regiones que antes eran estables.
«Las partes en conflicto parecen inflexibles en su determinación de perseguir objetivos militares», ha sostenido Pobee. A lo que ha añadido que está habiendo un recrudecimiento de la violencia por el uso de mayor armamento avanzado con drones de largo alcance.
Los informes de la ONU aseguran que el número de civiles asesinados «arbitrariamente» se ha multiplicado por tres entre los meses de febrero y abril y que debido a la impunidad de ambos actores se están alimentando la violaciones de Derechos Humanos.
Por otro lado, la Asesora Principal de Prevención y Fin de Atrocidades Masivas (PAEMA), Shayna Lewis, ha indicado ante la reunión del Consejo de Seguridad que la situación humanitaria está empeorando y que más de 15 millones de niños deben recibir ayuda en estos momentos en un lugar donde ocho de cada diez hospitales «ya no funcionan».
Los ataques contra hospitales también preocupan al organismo internacional y asegura que son perpetrados tanto por las Fuerzas Armadas de Sudán como por la RSD. El pasado 21 de junio el Ejército sudanés mató a 40 personas y destruyó material médico necesario en un hospital de Kordonfán Occidental.
«GOBIERNO DE LA ESPERANZA»
Pobee ha mostrado su confianza en el denominado «gobierno de la esperanza», encabezado por el primer ministro, Kamil Idris, que tiene por objetivo conformar un gabinete de tecnócratas que pueda poner fin al conflicto armado en el país africano.
Igualemente, Pobee ha reconocido los esfuerzos del enviado personal del Secretario General de Naciones Unidas para Sudán, Ramtane Lamamra, en la búsqueda de una solución política y ha instado al Consejo a «brindar pleno apoyo» a Lamamra debido a su buena posición para «presionar por un compromiso genuino con el diálogo y la desescalada».
Idris anunció la semana pasada la creación de un gobierno integrado por 22 carteras y conformado por tecnócratas, lo cual chocaría con el acuerdo de paz firmado en 2020 entre las autoridades de transición y diversos grupos rebeldes, hasta ahora parte del Ejecutivo.
La guerra de Sudán, iniciada en abril de 2023 a causa de las discrepancias por la integración de las RSF en el Ejército sudanés –lo que hizo descarrilar definitivamente la transición abierta tras el derrocamiento de Omar Hasán al Bashir en 2019–, ha dejado el país en una situación humanitaria crítica, escenario de la mayor crisis de desplazados a nivel mundial.