Sus medidas llaman la atención: 46 m la piscina exterior y 33 m la interior. Construidas por Lucien Pollet en 1929, ya en los años 30 se constituyeron en “pasarelas” donde se otorgaba un premio anual al mejor traje de baño cada verano.
Símbolo del París de los años 30 y los 40, los nadadores olímpicos Aileen Riggin y Johnny Weissmuller –quien posteriormente interpretó a Tarzán– inauguraron el espacio de esparcimiento acuático frente a cientos de personas. Durante ese primer verano, Weissmuller ejerció de guardavidas en el complejo art decó, ubicado en el distrito XVI de París, junto al Parc des Princes y los estadios Jean Bouin y Roland Garros.
Y fue, justamente, la piscina del hotel Molitor de la capital francesa donde se hizo la presentación de la bikini el 5 de julio de 1946.
El declive comenzó en los 70, cuando cerró definitivamente la pista de patinaje sobre hielo que había reemplazado antes a la pileta de invierno. Siguieron las filtraciones, la necesidad de reparar los vidrios de la cúpula de la gran piscina cubierta, y en 1989, el complejo cerró sus puertas.
Comenzó entonces la etapa de lo que más tarde sería conocido como “Street Art”. Los graffitis aparecieron, primero en los muros exteriores, luego en las piletas vacías. Al cabo de una década, el sitio era un estudio a cielo abierto, un muestrario de los mejores artistas callejeros: Reso, Shaka, Katre, Kashink, Jace, Kouka, Nosbé dejaron su huella.
En 2011, la cadena francesa Accor puso su ojo en el edificio que reabrió bajo la marca MGallery en 2014, con 117 habitaciones y 7 suites diseñadas por Jean-Philippe Nuel. En 2018 y 2024, los 70 gabinetes individuales se utilizaron como pequeños escenarios de eventos artísticos. Los convocados hicieron su obra en vivo, la exhibían y la dejaban a la venta en esos espacios destinados originalmente a funcionar como vestuarios.
El chef Gregory Gbiorczyk, con su amplia experiencia culinaria y su pasión por la gastronomía gala, está comprometido desde 2023 con la Brasserie Molitor donde revive los clásicos platos franceses y les da, a su vez, una nueva dimensión. Destacan de la carta, las ostras Perle Blanche, la ternera de la casa a la pimienta, el paté en croûte de autor con foie gras, el tartare al couteau, y el rape con coco y lima.
Templo de bienestar y relajación, el Spa by Clarins, uno de los mejores de París, invita a desconectar de la rutina. Es el más grande de los hoteles de Europa y cuenta con 1600 m² dedicados a tratamientos, 13 cabinas, incluidas dos dobles, y una espaciosa suite privada de 50 m² con sauna y spa propio. En su corazón, la peluquería Molitor también es punto de encuentro.
La Edad de Oro
Para evocar esa época dorada se exhibe en el hotel hasta el 11 de mayo una muestra de 23 fotografías en blanco y negro capturadas entre los años 30 y 60, mientras el Molitor era meca de la elegancia y el entretenimiento parisinos.
Desde las Fêtes de l’Eau, donde se exhibieron las prendas de playa más atrevidas, hasta los momentos capturados por personalidades icónicas como Annie Girardot posando para La Bonne Soupe, cada imagen testimonia la Ciudad Luz en movimiento, despreocupada y creativa.
La expo se denomina Molitor, 1930–1960: La Edad de Oro de la Elegancia Parisina y es una inmersión en el alma de un lugar que se ha vuelto mítico.
La entrada es libre y las fotografías están disponibles para la venta. IG: [email protected]
Molitor. 13 Rue Nungesser et Coli. T: +33 1 56 07 08 50