La verbena officinalis, conocida comúnmente como verbena, es utilizada desde la antigüedad por civilizaciones como la egipcia, la griega y los pueblos celtas. Esta planta, valorada por sus supuestos efectos terapéuticos, forma parte de la fitoterapia tradicional gracias a su potencial para inducir calma y favorecer el descanso nocturno.

Aunque su efectividad en humanos aún no cuenta con suficiente respaldo científico, investigaciones iniciales indican que podría poseer propiedades relajantes y ansiolíticas útiles para quienes padecen insomnio.
Composición y efectos en el organismo
La verbena contiene compuestos naturales como verbenalina, verbenalol, mucílagos y taninos, los cuales generarían un efecto sedante leve que puede reducir la tensión nerviosa. Según la publicación especializada Cuerpomente, “La verbena contiene pequeñas dosis de aceite esencial, con limoneno, cineol y otras sustancias volátiles, mucílagos, heterósidos iridoideos como el verbenalósido –que por hidrólisis se descompone en verbalina y verbanina–, heterósidos cardiotónicos, ácido cafeico, taninos y principios amargos. También contiene vitaminas y trazas de alcaloides (vincamina). No obstante, su composición no parece estar del todo estudiada”.

Estudios experimentales con animales mostraron que sus extractos pueden disminuir la ansiedad y el nerviosismo. En el ámbito popular, la verbena se consume en infusión para mejorar la calidad del sueño y reducir los episodios de insomnio.
Usos medicinales y beneficios potenciales
De acuerdo con el portal Very Well Health, “Entre los pocos estudios realizados con personas, los investigadores exploraron la eficacia de la verbena para combatir la inflamación causada por la gingivitis crónica (enfermedad de las encías)”. Además, se le atribuyen varios beneficios potenciales:
- Protección de los nervios (efectos observados solo en modelos animales).
- Disminución de la ansiedad.
- Actividad antitumoral (detectada únicamente en estudios de laboratorio, sin evidencia clínica).
- Acción antibacteriana.
- Alivio del dolor
Cómo preparar la infusión de verbena
La forma más común de consumo es la infusión de sus hojas. Para prepararla, se deben utilizar 5 gramos de partes floridas por cada litro de agua caliente, dejar reposar durante 10 minutos, colar y beber tibia. Se recomienda tomar una taza por la tarde o antes de dormir para promover la relajación.

También puede emplearse el aceite esencial de verbena en aromaterapia, aunque su eficacia nocturna no está completamente documentada. Este remedio natural puede ser útil en casos de dificultad leve para dormir o en personas con tensión nerviosa, siempre bajo orientación médica. No se aconseja su uso durante el embarazo o la lactancia, ya que no se dispone de información concluyente sobre su seguridad.
Consultar a un profesional de la salud antes de incorporar esta planta al tratamiento cotidiano es una medida necesaria para evitar riesgos o interacciones no deseadas.
**María Camila Salas Valencia
