Por una recuperación de los ingresos y precios de las canastas que subieron por debajo de la inflación, la pobreza fue de 31,6% en el primer semestre del año y registró una fuerte baja con relación al mismo período del año pasado, un dato que, pese a la fuerte tensión cambiaria registrada por estos días, podrá ser celebrado por el Gobierno.
El número fue publicado esta tarde por la Encuesta Permanente de Hogares del Indec (EPH) del Indec. En el mismo período de 2024, ese número oficial llegaba a 52,9%. Se trató entonces del primer dato de la gestión Milei influido por la devaluación de diciembre y la normalización de los precios relativos, pero también fue afectado por la aceleración de la inflación que dejaron Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
El cuarto kirchnerismo había dejado la pobreza en 41,7% -unos 19,5 millones de pobres en todo el territorio argentino- en el marco de la suba de los precios más elevada en más de tres décadas y en un contexto en el que se extendía la figura del “trabajador pobre”.
En un marco en el que la Asignación Universal por Hijo (AUH) se mantuvo en niveles similares a la inflación, la indigencia también se redujo. Marcó 6,9% en el primer semestre del año. En 2024 había legado a 18,1%, mientras que al cierre de 2023 estaba en 8,7%.
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