La vicejefa de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Clara Muzzio, realizó una polémica publicación en sus redes sociales, donde propuso que haya un “rejuvenecimiento poblacional”, a través de la llegada de inmigrantes. Además, expresó: “Si no te preocupa la natalidad, deberías preocuparte por la inmigración”.
“Los nacimientos cayeron tanto que el 30% de las vacantes de primer grado están vacías u ocupadas por chicos que no nacieron en la Ciudad. Hacia 2028, ese número será del 40% y seguirá creciendo. La capital perderá vitalidad. Muy pronto, la Ciudad tendrá que elegir: aceptar la despoblación y el envejecimiento, o rejuvenecer recibiendo inmigrantes jóvenes que ocupen espacios vacantes. Así ocurrió en Europa: París tiene un 34% de población extranjera, mientras que Estocolmo 45,4%. No es un juicio de valor, es una observación», afirmó.
La segunda de Jorge Macri aseguró que, ante este escenario, Buenos Aires podría tener un problema serio y dijo que, para atraer inmigrantes, debe “competir con ciudades con mejores empleos, salarios, universidades o vínculos culturales”. “Tal vez no captemos a los perfiles más idóneos, sino los que podamos. La ciudad podría quedar relegada como segunda, tercera y hasta cuarta opción”, advirtió.
SI NO TE PREOCUPA LA NATALIDAD, DEBERÍAS PREOCUPARTE POR LA INMIGRACIÓN
Ya lo dijimos: los nacimientos cayeron tanto que el 30% de las vacantes de primer grado están vacías u ocupadas por chicos que no nacieron en la Ciudad. Hacia 2028, ese número será del 40% y seguirá… pic.twitter.com/repY08m1a0
— Clara Muzzio (@claramuzzio) June 5, 2025
Acto seguido, Muzzio planteó “reemplazar” el 30% o 40% de la población por extranjeros y atribuyó como beneficios el “rejuvenecimiento poblacional, mayor cantidad de niños, impulso económico y crecimiento”. En tanto, aseveró que la “incorporación masiva” de visitantes podría “crear tensiones culturales si los recién llegados tienen creencias o valores opuestos a los locales” y agregó: “Habrá una presión creciente sobre servicios como salud, educación o ayuda social. En ese contexto los porteños pueden sentir que los inmigrantes gastan el dinero de sus impuestos y compiten por empleos”.
“Una ciudad inmigrante puede mejorar con nuevos talentos y mezcla cultural. O no. El futuro no está escrito”, excusó y continuó: “Sé que nadie va a tener hijos por cuestiones demográficas, pero los hechos son los hechos. Sin niños debemos pensar temas difíciles sobre la ciudad futura. Esa curva descendente es una señal. Ocuparse de ella no es una decisión moral, sino política. La curva dibuja tu barrio del futuro, el idioma de tus vecinos, la religión que tendrán los diputados, tu trabajo, el origen de las maestras, tus parejas. Somos una ciudad brillante gracias a los inmigrantes. Pero el mundo cambió. Y si no tenemos un plan, un objetivo claro, con esta caída brutal de la natalidad, las cosas podrían complicarse”.
A su vez, la vicejefa expuso un gráfico del Observatorio del Desarrollo Humano y la Vulnerabilidad de la Universidad Austral, en el cual se refleja una caída de la tasa de natalidad desde 2015.