El jueves último se cumplió exactamente un siglo desde que los primeros espectadores en el Grauman’s Egyptian Theatre de Los Angeles vieron a un vagabundo cocinar su zapato para comérselo. Cien años desde que, en una mesa, unos pancitos sujetados con tenedores bailaron un “Oceana Roll”, que demostró una vez más las virtudes de un genio. Una centuria desde que, por acción de los vientos helados del polo norte, una humilde caseta de madera se movía como una calesita hasta quedar haciendo equilibrio ante un precipicio.
Esos son tan solo algunos momentos que quedaron grabados a fuego en la memoria cinéfila al evocar La quimera del oro, el gran trabajo de Charles Chaplin considerado una de sus obras más célebres, que en coincidencia con su centenario tiene un estreno en 4K en los principales cines de más de 70 países. Se trata de la versión que, cuidadosamente restaurada por la Fondazione Cineteca di Bologna, la Asociación Chaplin y la distribuidora francesa MK2, se presentó como apertura de la sección Cannes Classics del último Festival de Cannes. Por estas horas, se proyecta en los principales cines de Madrid desde el exacto aniversario de su estreno, se verá durante julio en Montevideo y en la Argentina se proyectará transitado el segundo semestre del año.
La quimera del oro es tan trascendente ahora como lo fue entonces, porque fue el acto de rebeldía del genial Chaplin ante la prohibición tamizada de puritanismo que iba imponiendo el Código Hays en el mundo del cine, y culminaría siendo un rodaje polémico por la vida privada de sus protagonistas. Era además una comedia montada sobre un sombrío y trágico hecho de la historia norteamericana, que había sucedido unas décadas atrás: la expedición Donner a Sierra Nevada, que terminó atrapada en la nieve e incluyó al canibalismo para sobrevivir en el peligroso camino que trazaba “la fiebre del oro”.
Eso, y una serie de imágenes estereográficas de Klondike de 1896 -que vio en uno de sus habituales almuerzos de fin de semana en la casa de Douglas Fairbanks y Mary Pickford- terminaron por decidirlo. Fue la primera vez que Chaplin completó un guion integralmente y que le demandó un año entero de trabajo antes de pisar el set. Hubo de ese escrito líneas que no llegaron a la pantalla ni tampoco pudieron filmarse, aunque el material de descarte fue inmenso porque Chaplin rodaba infinidad de veces hasta obtener la toma que consideraba perfecta.
“Como para toda obra importante, se rodea de colaboradores: Chuck Riesner y Harry d’Abbandie d’Arrast, de directores adjuntos, y Jim Tully, el escritor vagabundo, como una especia de auxiliar y asesor. El inseparable Henry Bergman, en su doble papel de actor y director adjunto. Su antiguo compañero Mack Swain llevará uno de los principales papeles, después de Chaplin. Y para el papel femenino, Chaplin renuncia a Edna, que inicia otras películas, y busca a una actriz desconocida que sirva exactamente a su idea”, anota uno de sus grandes biógrafos, el español Manuel Villegas López.
De tal forma, Lillita Mac Murray de 16 años, que asume el nombre artístico de Lita Grey, es la elegida. Ella conoció a Chaplin como el regalo que su madre le obsequió en su cumpleaños número 6 y luego se sucederá otro encuentro en el rodaje de El Pibe, donde con 12 años hace uno de los papeles de angelito en el sueño. Enterada de las audiciones de La quimera del oro, se presenta en el estudio con una amiga y Chaplin no tardará en reparar en su belleza.
Lita Grey se convierte ante la vista de todos en la nueva protagonista de la película y, como secreto a voces, en su nueva pareja. Pero un día, luego de seis meses de rodaje, Lita cae desmayada en el set y el diagnóstico médico es contundente al señalar que tenía varias semanas de embarazo. El rodaje se interrumpe y se anuncia que proseguiría en México, algo incomprensible considerando la trama ambientada en el frío y la nieve de Alaska, pero hacia allí parte un numeroso equipo técnico y una nube de periodistas. Burlando a todos, un auto con Lita, su madre, Chuck Reisner y Chaplin evaden al tren y parten a encontrarse con un juez de paz que los casa, el 31 de octubre de 1924. Escapan de todos menos de un cronista que confirmó la noticia para que tuviera grandes titulares casi de inmediato.
Georgia Hale como protagonista de La quimera del oro reemplaza a una Lita Grey que se encuentra indisimulablemente embarazada, pero debe ocultarlo. El 5 de mayo de 1925 nació Charles Spencer Chaplin, aunque para que el cálculo no diera una unión extramatrimonial, en los papeles su cumpleaños se festejó el 28 de junio.
Entre la forma de trabajo minuciosa de Chaplin y los conflictos con Lita Grey que pararon durante tres meses la labor, La quimera del oro fue rodada durante un año y medio (de enero de 1924 a mayo de 1925). Eso incluyó a 600 extras en las montañas de Nevada para recrear fielmente el Paso de Chilkoot donde tuvieron que cavar en la nieve. En el set se recreó el pueblo de montaña y una cadena montañosa hecha de alambre, yeso y harina que hacía brillar la aparente nieve bajo el implacable sol del verano de California. Ese desarrollo también incluyó la famosa maqueta que se bambolea al borde del vacío y fue un alarde de la “truca”, los efectos especiales de aquella época.
El enorme éxito de La quimera del oro no alcanzó para disimular el drama personal que se sucedería en los años siguientes. Luego del nacimiento de su segundo hijo con Lita Grey, Sydney Earle, el matrimonio entra en una fase terminal y ella se marcha a la casa de sus abuelos pero llama a su abogado, su tío Robert Mac Murray (que también había tenido que ver con el casamiento y el temor de Chaplin de ir a prisión por estar con una menor de edad). El 10 de enero de 1927 se presentan las 42 páginas de la demanda de divorcio, que luego se vende como un ejemplar suelto en las calles, y donde se acusa a Chaplin de todas las barbaridades posibles. En su libro, Villegas López recuerda que las acusaciones son enormes y la Justicia embarga todas las cuentas de Chaplin -incluyendo de manera provisoria su siguiente película, El circo- y consigue que todo un país se ponga en su contra.
La oficina del Código Hays visita a Chaplin para que conceda todos los puntos de la ya pública demanda. La oficina de impuestos incluye una multa de dos millones y medio de dólares por impuestos atrasados. En medio de la zozobra, el 22 de agosto de 1927 firma el divorcio con Lita Grey, le otorga la tenencia de sus hijos, administración de bienes y así los seis millones de dólares de ganancias por La quimera del oro prácticamente se evaporan.
Chaplin entonces se dedica a El Circo, que estrena en 1928 y es un enorme éxito. En 1942, el actor y director volvió a La quimera del oro adaptándola al cine sonoro, lo que significó el reemplazo de los intertítulos por una voz en off de él mismo, y una partitura orquestal que también Chaplin compuso y que le valió dos nominaciones al Oscar en los rubros sonido y música. Aunque el gran cambio fue el final, en la versión sonora no habrá un beso final entre los protagonistas, sino un susurro al oído. Muy probablemente los besos y La quimera del oro no eran un buen recuerdo para él.