Han pasado más de dos décadas desde que Russell Crowe caminó por las arenas de Malta como el general romano Máximo Décimo Meridio en Gladiador, pero el actor neozelandés volvió este fin de semana a la isla con una emoción renovada.
Durante la ceremonia de los Golden Bee Awards en el Mediterrane Film Festival, el artista fue galardonado con el Malta Film Legend Award, un reconocimiento a su contribución al cine y al impacto perdurable de la cinta dirigida por Ridley Scott, cuya producción marcó un antes y un después en su carrera.
En un discurso cargado de nostalgia y gratitud, el artista compartió una anécdota reciente ocurrida en Italia que ejemplifica la huella emocional que Gladiador ha dejado en distintas generaciones. La historia comenzó cuando un joven le pidió una foto.
“Le estreché la mano y empezó a llorar. Sus amigos me contaron después que es el jefe de salvavidas de la playa local, que está lleno de músculos… y que jamás lo habían visto así. Terminé abrazándolo», relató.
De acuerdo con Russell Crowe, el fan le contó que su infancia estuvo marcada por Gladiador, gracias a que su madre le puso una escena que lo conmovió.
“Cuando pudo hablar, me dijo: ‘Usted no lo entiende. Cuando yo tenía ocho años, mi madre me sentó frente al televisor, puso un casete de Gladiador y me dijo: ‘Si alguna vez dudas qué tipo de hombre espera tu madre que seas, es este tipo de hombre’. El honor, la integridad, la fe… un hombre hecho en Malta’”, declaró.
De hecho, el actor de 61 años describió a Malta como un lugar clave en su vida personal y profesional.
“Si quieren saber qué es lo que amo de Malta, es todo. Hace 26 años, de alguna forma curiosa, me hice hombre en Malta”, dijo.
Por si fuera poco, el famoso recordó que, aunque ya había trabajado en otras películas antes de Gladiador, ninguna tuvo la magnitud, ambición ni el alcance de esta epopeya histórica dirigida por Ridley Scott y filmada parcialmente en Malta en 1999.
“Por más películas que hubiera hecho antes, ninguna tenía la majestuosidad, la ambición, el presupuesto y, en última instancia, el alcance de Gladiador. No fue una producción fácil”, explicó.
Y añadió: “Tuve que luchar todos los días por la integridad del personaje que estaba interpretando, al igual que la lucha del personaje en la historia misma. Y a veces, tienes la suerte de hacer algo que realmente resuena con la gente”.
Cabe recordar que Gladiador fue filmada en locaciones clave de Malta, incluyendo el Fuerte Ricasoli, y dejó una marca duradera en la industria cinematográfica del país, convirtiéndose en un referente de cómo las producciones internacionales pueden resaltar la belleza y versatilidad del archipiélago mediterráneo.
Desde entonces, Malta ha sido elegida como escenario para grandes superproducciones de Hollywood, consolidando su lugar como destino fílmico.
Russell Crowe, por su parte, continúa activo en el cine, pero su regreso a Malta no solo fue un homenaje a su pasado profesional, sino también una celebración de la conexión íntima que construyó con una tierra que lo transformó.
“A veces haces una película, y a veces, una película también te hace a ti. Y en Malta, eso fue exactamente lo que ocurrió”, concluyó.