Corriendo bajo la lluvia, asediado por la prensa y sin hacer declaraciones. Así abandonó Cristian Graf este viernes su domicilio ubicado en la calle Congreso al 3700, en el barrio porteño de Coghlan. Acompañado por su esposa y luego de abordar una Renault Kangoo roja, el imputado por el encubrimiento del asesinato de Diego Fernández Lima se encaminó hacia los tribunales donde esta mañana brindó su declaración indagatoria.
Para el fiscal Martín López Perrando, el encubrimiento de Graf comenzó el día que hallaron los restos óseos de Fernández Lima, el joven visto por última vez con vida el 26 de julio de 1984. Durante la juventud de ambos, Graf y Fernández Lima habían sido compañeros en la escuela secundaria.
En la causa, Graf, de 58 años, está imputado por los delitos de encubrimiento agravado y supresión de evidencia. En palabras de López Perrando, el acusado “llevó a cabo una serie de maniobras unívocas destinadas a encubrir el hecho precedente [por el homicidio]”
Entre esas “maniobras unívocas destinadas a encubrir el hecho precedente”, el fiscal resaltó “la generación de explicaciones inverosímiles, como la existencia de una iglesia o un establo o que los huesos habían llegado en un camión con tierra cuando hicieron la pileta”. También “la conducta contradictoria y evasiva frente a testigos y autoridades para desviar la investigación”, y “la pasividad ante el hallazgo y la incipiente investigación”.
“Sé que lo mataron”
Este viernes habló por primera vez Irma -de sobrenombre “Pochi”-, la madre de Diego Fernández Lima, el joven de 16 años asesinado en 1984, cuyo cuerpo fue descubierto enterrado en una casa del barrio porteño de Coghlan, justo pegada a la vivienda del músico y líder de Soda Stereo Gustavo Cerati.
En un desesperado pedido de justicia por el homicidio de su hijo, Irma Lima pidió también la detención de Cristian Graf, excompañero de escuela de la víctima y residente de la casa donde fue hallado el cuerpo.
En el marco de la declaración que prestó Graf este viernes, quien está imputado por encubrimiento agravado, Irma Lima apuntó directamente contra Cristian y su padre -ya fallecido-, dueños de la casa donde se encontraron los restos óseos 41 años después. “Sé que lo mataron, nada más, pero, ¿por qué? Quiero saber qué pasó“, dijo la madre de Diego en diálogo con radio Mitre.