La recaudación tributaria de junio logró empatar el ritmo de la inflación, respaldada principalmente por el aumento en la actividad económica. Los ingresos vinculados al IVA, el comercio exterior y el mercado laboral mostraron avances, mientras que ciertos cambios normativos influyeron de manera negativa frente a los registros del año anterior.
Tras la contracción sufrida en mayo por una base de comparación elevada, los recursos tributarios de junio se alinearon con el índice de precios. Sobresalieron los tributos ligados al repunte de la producción, el consumo y la aceleración en la liquidación de exportaciones oleaginosas motivada por el final inminente de la reducción transitoria de retenciones.
El segmento de la Seguridad Social también se consolidó como fuente de ingresos fiscales, vinculado a la suba de salarios y el aumento del empleo formal.
El segmento de la Seguridad Social también se consolidó como fuente de ingresos fiscales, vinculado a la suba de salarios y el aumento del empleo formal
ARCA informó que los ingresos de las tres fuentes principales -impuestos internos (DGI), comercio exterior (Aduana) y cargas laborales (Anses)- totalizaron en junio $16,2 billones. El salto nominal fue de 43,3% interanual, con un estancamiento en términos reales por la tasa de inflación del período (44%) -considerando la última tasa de inflación conocida (mayo), que es cuando se concentró la base imponible, en ambos períodos.
Algunos analistas estimaron que si se excluyen los efectos de la eliminación del Impuesto PAIS y eliminación de retenciones a las exportaciones de productos regionales, los recursos tributarios crecieron más de 5%, a tono con la reactivación que detectaron tanto estimaciones oficiales como privadas.
Entre los factores que impulsaron la recaudación se destacó el cierre del beneficio transitorio en derechos de exportación. Las empresas del complejo oleaginoso realizaron liquidaciones por USD 3.706 millones, lo que significó un alza de 21% frente a mayo y de 87% respecto a igual mes de 2024. En ingresos para el Estado, implicó una suba de 183,9% en doce meses.
Desde el 1° de julio, y excepto trigo y cebada, los aranceles de exportación del resto de los productos primarios volvieron a su nivel histórico. Los derechos aplicados al complejo soja pasaron de 24,5% a 31% para harina y aceite; y de 26% a 33% para poroto. En el caso del maíz, la suba fue de 9,5% a 12%, recuperando la alícuota vigente hasta mediados de enero.
El informe de ARCA detalló los factores que limitaron la mejora respecto de 2024:
- El vencimiento, este año, del pago de Ganancias y Bienes Personales para personas humanas. El año pasado se había extendido hasta agosto y septiembre.
- El aumento interanual en la recaudación de Acciones y Participaciones.
- La caída en anticipo de Ganancias Sociedades, debida a la reducción en el régimen de anticipos: el primer pago pasó de representar 25% a 11,11% del total para empresas con cierre en diciembre.
- El efecto de la suba extraordinaria del impuesto sobre el sector financiero en 2023, que el año anterior potenció el pago de anticipos en junio.
- La desaparición del Impuesto PAIS, que en junio 2024 había sumado $780.042 millones.
- La derogación, desde marzo de 2025, de la suspensión de certificados de exclusión, que incidió negativamente en percepciones aduaneras de IVA y Ganancias.
El primer semestre del año cerró con una suba de 56,2% en los recursos tributarios, casi nueve puntos menos que la inflación en el mismo lapso. La caída real fue de 5,3%, pese a que el Producto Interno Bruto mejoró 6,2% interanual.
Entre los rubros que exhibieron aumentos superiores a la inflación se destacan:
- Derechos de exportación, junto con el IVA impositivo (54,3%)
- Derechos de importación (96,4%)
- Impuestos a los combustibles (81%)
- Seguridad Social (57,5%)
Transferencias a provincias
En junio de 2025, el Gobierno nacional transfirió a provincias y Ciudad de Buenos Aires un total de $5,4 billones por coparticipación, leyes especiales y compensaciones. Tras ajustar por inflación, esto representó una suba real de 6,3%, de acuerdo con el relevamiento del Iaraf.
El cálculo de coparticipación -excluyendo leyes complementarias y compensaciones- arrojó, no obstante, una merma real de 5,3%, según la consultora de Nadín Argañaraz.
Frente a un aumento de los recursos tributarios de 55% en el semestre respecto de un año antes, la partida destinada a la Administración Central subió 46% y la repartida entre las provincias 55 por ciento
En la planilla de ARCA se observa que mientras en junio los recursos triburtarios aumentaron 43,3% la porción destinada a la Administración Central subió 41,9% y la distribuida entre las gobernaciones se elevó 48,8%, en ambos casos en comparación con junio de 2024. Esa brecha de casi siete puntos porcentuales a favor de las provincias se amplió a 9 pp en el acumulado del primer semestre (46% y 55%, de aumento respectivamente).
El informe privado detalla que todas las jurisdicciones, salvo la Ciudad de Buenos Aires, recibieron en junio mayores transferencias automáticas reales respecto del año anterior. La particularidad de CABA es que no recibe fondos provenientes de Bienes Personales, lo que explica el descenso real de 5,1%. La provincia de Buenos Aires registró el mayor incremento, con una suba de 10,4%. La diferencia máxima entre jurisdicciones alcanzó así 15,5 puntos porcentuales.