El mundo se calentará más de lo previsto debido a la recuperación de la capa de ozono, que protege la Tierra de los dañinos rayos solares, pero también retiene el calor por su efecto invernadero.
Si bien la prohibición de gases que destruyen la capa de ozono, como los CFC, ha contribuido a la recuperación de la capa de ozono, al combinarse con el aumento de la contaminación atmosférica, el impacto del ozono podría calentar el planeta un 40 % más de lo previsto inicialmente.
Un nuevo estudio dirigido por la Universidad de Reading reveló que, entre 2015 y 2050, se espera que el ozono cause 0,27 vatios por metro cuadrado de calentamiento adicional. Esta cifra, que mide la cantidad de energía adicional que se retiene por metro cuadrado de la superficie terrestre, convertiría al ozono en el segundo mayor contribuyente al calentamiento futuro para 2050, después del dióxido de carbono (1,75 vatios por metro cuadrado de calentamiento adicional).
El profesor Bill Collins, autor principal de la Universidad de Reading, afirmó en un comunicado: «Los países están haciendo lo correcto al seguir prohibiendo las sustancias químicas llamadas CFC y HCFC, que dañan la capa de ozono sobre la Tierra. Sin embargo, si bien esto ayuda a reparar la capa de ozono protectora, hemos descubierto que esta recuperación del ozono calentará el planeta más de lo que pensábamos originalmente.
La contaminación atmosférica procedente de vehículos, fábricas y centrales eléctricas también genera ozono cerca del suelo, lo que causa problemas de salud y calienta el planeta».
La investigación, publicada en Atmospheric Chemistry and Physics, utilizó modelos informáticos para simular cómo cambiará la atmósfera a mediados de siglo. Los modelos siguieron un escenario con una baja implementación de controles de la contaminación atmosférica, pero con la eliminación gradual de los CFC y los HCFC, según lo dispuesto por el Protocolo de Montreal (1987).
Los hallazgos muestran que detener la producción de CFC y HCFC, realizada principalmente para proteger la capa de ozono, proporciona un beneficio climático menor del calculado previamente. Los CFC y los HCFC son gases de efecto invernadero que calientan el planeta.
LA CAPA DE OZONO SE REGENERA Y AUMENTA EL CALENTAMIENTO
Los países los prohibieron para salvar la capa de ozono, con la expectativa de que esto también ayudaría a combatir el cambio climático. Sin embargo, a medida que la capa de ozono se regenera, genera un mayor calentamiento que anula la mayoría de los beneficios climáticos derivados de la eliminación de CFC y HCFC.
Los países que reducen la contaminación atmosférica limitarán la formación de ozono cerca del suelo. Sin embargo, la capa de ozono continuará reparándose durante décadas, independientemente de las políticas de calidad del aire, lo que generará un calentamiento inevitable.
Proteger la capa de ozono sigue siendo crucial para la salud humana y la prevención del cáncer de piel. La capa de ozono protege a la Tierra de la peligrosa radiación ultravioleta que puede dañar a las personas, los animales y las plantas. No obstante, la investigación sugiere que es necesario actualizar las políticas climáticas para tener en cuenta el mayor efecto del ozono en el calentamiento.