En un día cargado de expectativas y emociones, José María Muscari y su hijo Lucio alcanzaron un objetivo muy anhelado: aprobar el examen de manejo. Y lo hicieron juntos. Este acontecimiento, celebrado por los protagonistas, no solo representó la obtención de un carnet de conducir, sino, además, una oportunidad de compartir los aprendizajes entre padre e hijo.
De acuerdo con el testimonio compartido por el creador de Sex, la preparación incluyó clases prácticas y teóricas. Entre agradecimientos al profesor Giovanni y a la academia de conductores Maneja2, donde se instruyeron, Muscari contó con cierto nerviosismo. “Estamos camino a rendir nuestro examen de manejo… Anoche nos quedamos repasando con Lucio toda la parte conceptual”, expresó Muscari en un video.
Luego del examen, que aprobaron, el guionista y director se jactó en un segundo video: “Me felicitaron por mi estilo de estacionamiento”.
Por otro lado, la decisión de emprender este aprendizaje en formato de “actividad padre e hijo” sumó una dimensión especial al recorrido, generando una satisfacción adicional entre los involucrados. “Dijimos con Lucio, vamos a hacer una actividad padre hijo, que es aprender a manejar juntos y ahora ya tenemos carnet, chochos”, compartieron, describiendo el orgullo y la felicidad del momento.
Más tarde, con el carnet en poder de ambos, Muscari reflexionó sobre la experiencia de compartir un proyecto con su hijo, Lucio, en una publicación en redes sociales: “Paso por acá para contarles, de primera mano, algo que me pone súper contento, que tiene que ver con el mundo del logro. Pero no hablo del mundo del manejo”.
El artista describió cómo el proceso de conseguir la licencia de conducir se transformó, más allá del simple trámite, en una oportunidad para fortalecer el vínculo con Lucio. En su relato, Muscari detalló el significado que tuvo ese proceso compartido, especialmente porque en otros momentos, cuando debía hacerlo solo, había postergado la obtención del carnet. “La licencia de conducir que sacamos hoy con Lucio está relacionado con eso, pero tiene que ver con que como a eso yo ya lo había intentado en otros momentos, y había desistido, lo había dejado”, recordó el director teatral. Y prosiguió. “Un día Lucio me dijo ‘Che, viejo, ¿por qué no lo hacemos juntos?’ Y esa palabra fue como que abrió una puerta y todo el proceso lo hicimos juntos”, relató Muscari, aludiendo a la influencia que su hijo ejerció para animarlo a retomar ese objetivo.
El artista explicó que no solo se trató de asistir juntos a las clases de manejo, sino también completar todo el proceso hasta la obtención del objetivo como un equipo. “El proceso de las clases de manejo, el proceso de estudiar, la parte conceptual, el proceso de alentarnos uno a otro cuando nos salían las cosas mal y el proceso de ir hoy a rendir, que uno está re nervioso”, manifestó Muscar. A esto agregó: “Antes de ir a rendir lo tenía mi hijo ahí alentándome y yo a él”.
Este logro compartido llevó a Muscari a comentar el valor de los proyectos cuando se abordan en conjunto. “Entonces estaba pensando en el poder del proyecto, en cómo cuando algo se convierte en un proyecto, en este caso con tu hijo, cobra otra dimensión, deja de ser tan agobiante, pesado, como era para mí antes la posibilidad de llegar. Me parece un proceso muy loco”, compartió el reconocido director. También sugirió que la paternidad representa aún un territorio novedoso para él: “Bueno, obvio que todo el vínculo paternidad es relativamente nuevo para mi. Vamos camino a los dos años, vamos un año y medio en este vínculo, pero logramos un montón de cosas en todo este tiempo…”.
Para Muscari, la importancia del momento radica en la experiencia vivida junto a Lucio, en la superación conjunta de los obstáculos y en la consolidación del vínculo. “Particularmente hoy siento como que tanto mi hijo como yo estamos contentos de haber logrado algo juntos, algo que nos propusimos hacer juntos y que lo logramos, así que lo quería compartir”, concluyó el artista.