La Organización Panamericana de la Salud (OPS) oficializó hace instantes que la región perdió su certificación de eliminación del sarampión debido a que Canadá, uno de los 35 países y territorios americanos, no logró interrumpir la circulación de la misma cepa viral en un año.
A propósito de este escenario de riesgo, las autoridades de la OPS instaron a todos los países a aumentar al 95% la cobertura de la vacunación con la segunda dosis del esquema de calendario y a “redoblar los esfuerzos” para la detección de los casos sospechosos y la respuesta rápida ante un brote.
“Nos inquieta la situación porque [en la región] estamos recibiendo casos importados todas las semanas”, dijo Jarbas Barbosa, director de la OPS, durante una conferencia de prensa en la que participó LA NACION. “Canadá perdió su status de eliminación del sarampión porque no logró interrumpir la transmisión de la misma cepa del virus antes de los 12 meses. Como un país de la región perdió su status de [zona] libre de la enfermedad, el resto de la región también. Pero los países con certificación como libres de sarampión siguen siéndolo”, precisó el funcionario.

Es el caso de la Argentina, que logró mantenerse como país libre de sarampión tras controlar antes de un año el brote que arrancó a partir de dos menores de una familia rusa que contrajeron la infección durante un viaje al exterior. En el caso de Canadá, las autoridades sanitarias reportaron al organismo regional 4748 casos confirmados en lo que va del año. Los países con brotes activos bajo seguimiento incluyen también a Estados Unidos, México, Paraguay, Bolivia y Belize.
La comunicación de la OPS se dio hoy luego de que la Comisión Regional para el Monitoreo y la Reverificación de la Eliminación del Sarampión, la Rubéola y el Síndrome de Rubéola Congénita de la OPS analizó los datos que compartieron los países para 2024 y lo que va de 2025. El grupo se reunió la semana pasada en la Ciudad de México. En el encuentro, que duró tres días, revisó los informes que enviaron los países sobre notificaciones y confirmación de casos de esas infecciones, además del avance de la vacunación de calendario este año con respecto de 2024.
La propia subdirectora de la OPS, Rhonda Sealey-Thomas, anticipó el viernes pasado algunos datos del escenario presentado hoy. Al finalizar la reunión de la comisión, dijo que 10 países reportaron brotes de sarampión hasta octubre, con más de 12.000 casos confirmados y 27 fallecidos. Eso es “30 veces” más que en 2024. José Moya Medina, representante de la OPS en México, agregó: “Debemos actuar con decisión para detener la transmisión de sarampión. Esto significa garantizar que todos los países dispongan de las vacunas, los suministros y el personal capacitado necesarios, especialmente en las comunidades de difícil acceso y con reticencia a la vacunación”.

Hace instantes, Sealey-Thomas insistió en la necesidad de que las autoridades sanitarias de los países en la región implementen “una buena cobertura de vacunación, una buena vigilancia epidemiológica para la detección de casos y una respuesta sanitaria rápida”.
Daniel Salas, gerente ejecutivo del Programa Especial de Inmunización Integral de la OPS, remarcó la importancia del “compromiso político” de los gobiernos para sostener la preparación del país y fortalecer la inmunización de al menos 95% con dos dosis de la vacuna triple viral. Esto, no solo como promedio del país, sino a nivel de barrios, municipios y provincias.
“No hace falta tener la confirmación por laboratorio para actuar. Si se espera el positivo para hacerlo, estamos llegando tarde. Con sarampión, hay que actuar en base a la vigilancia epidemiológico y el manejo adecuado de los casos sospechosos. Para eso, hay que buscarlos, rastrear contactos y hacer las investigaciones en no más de 72 horas. Un contacto que adquirió el virus lo puede transmitir hasta cuatro días antes de que desarrolle la erupción característica en la piel”, explicó Salas.
Sobre el sarampión
El sarampión es una de las enfermedades más contagiosas del mundo. El virus que origina la enfermedad se propaga a través de las microgotas de saliva o las secreciones respiratorias cuando la persona enferma tose, estornuda o habla. Esas secreciones que quedan en el aire o sobre superficies mantienen su capacidad de infectar entre dos y tres horas en el ambiente de viviendas, transporte, salas de espera, baños, aulas u oficinas, solo por poner algunos ejemplos.
El período de contagio se da entre cuatro días antes y cuatro días después de que aparece en la piel la erupción característica del sarampión. Los primeros síntomas incluyen fiebre, enrojecimiento de los ojos, malestar general y goteo nasal como durante un resfrío, tos seca, dolor de garganta, entre otros.
