Invitada al programa Otro día perdido, que conduce Mario Pergolini por la pantalla de ElTrece, Verónica Llinás sorprendió con una íntima revelación. Durante la conversación con el conductor, la actriz habló sobre uno de los momentos más oscuros de su vida: el año en el que consumió cocaína.
La confesión de Llinás surgió a partir de un intercambio con el ex Caiga Quien Caiga, quien en la entrevista también contó su experiencia en relación a ciertos hábitos poco saludables. El conductor habló de un año particularmente difícil en su vida personal, a pesar de que paradójicamente se encontraba en un buen momento laboral. “Yo he pasado, lo he contado muchas veces, un momento de mi vida en donde realmente me sentía mal, no veía salida por ningún lado”, compartió primero Pergolini.
Y continuó: “Era un momento en que me iba muy bien, en lo que todo el mundo te diría: ‘Te va muy bien. ¿Cómo estás así si te va muy bien?’ Y recuerdo que fue un año complicado. Terminé saliendo y veo que cada vez le pasa a más gente eso y que se está volviendo medio como una epidemia en general”, dijo. Fue entonces cuando la actriz tomó la palabra y dio a conocer su experiencia.
Según relató la artista, empezó a consumir inicialmente como una forma de sentirse más cerca de su hermano, que atravesaba problemas de adicciones. “Mi hermano tenía problemas, el que falleció tenía problemas de adicciones. Entonces, no sé si para poder estar más cerca, durante un año yo tomé cocaína”, expresó. Ese período, aunque breve, la llevó al límite. “Y me di cuenta una vez que casi me muero”, confesó.
La actriz recordó que fue en ese momento cuando comprendió que había tocado fondo y que necesitaba dar un paso hacia su recuperación. “Dije: ‘Esto no puede ser’”, relató.
Para salir de esa situación, Llinás decidió buscar ayuda profesional. Se acercó a un psiquiatra y comenzó una terapia que duró un año. Ese proceso, según explicó, fue fundamental para lograr dejar atrás el consumo y encaminarse hacia una vida más saludable. La actriz no olvidó las palabras que el médico le dijo la primera vez que la atendió: “Me dijo: ‘Si tomás, no vengas’”.
La “demonización” de los artistas
En otro tramo de la entrevista, Llinás se refirió a la situación que atraviesan los actores en el marco del desfinanciamiento cultural impulsado por el gobierno de Javier Milei.
La actriz explicó primero que, a lo largo de su carrera, aprendió a adaptarse a los distintos contextos: “Me adapto. Si hay algo que tengo es una gran capacidad de adaptación a la realidad que me toca. No soy una persona de añorar tiempos pasados. No soy melancólica y siempre pienso que lo mejor está por venir. No vivo añorando lo que fue. Me siento bien ahora conmigo, con la carrera que tengo, con la gente que me rodea, pero el tema de la actuación va cambiando muy rápido”.
Verónica Llinás se refirió a la situación que atraviesan los actores: «Me apena la demonización de nuestra actividad»#OtroDiaPerdido pic.twitter.com/MBGI5u9uL8
— OTRO DÍA PERDIDO (@otrodiaperdidok) September 17, 2025
Sin embargo, no dejó pasar la oportunidad a continuación para expresar su preocupación por lo que considera un fenómeno dañino que afecta al sector, sumado a la falta de recursos. “Lo que sí me apena es algo que estuvo pasando, que está pasando, que es como una especie de demonización de nuestra actividad y de los actores, y de las artes en general”, advirtió.
La intérprete calificó esa actitud como “estúpida e injusta”, remarcando que la cultura y el arte no deberían ser objeto de desprestigio ni de hostigamiento social o político.
La actriz también se refirió a su relación con la fama y reconoció que nunca fue un objetivo en su carrera. Contó que en los años en los que trabajaba junto a Antonio Gasalla, cuando le hacían entrevistas, solía decir que para ella lo ideal era algo parecido a lo que ocurría con Batman, “que cuando está con el traje, todo el mundo lo reconoce, pero después lo dejan en paz”.
Llinás explicó que en aquel entonces no aspiraba al reconocimiento público y prefería preservar su intimidad. Sin embargo, con el paso del tiempo, su mirada cambió. “Ahora, que ha pasado tiempo y que me encuentro tanto con el amor de la gente, lo cual me ha hecho tan bien en determinados momentos, digo: ‘qué estúpida: no hay nada más lindo que ser querido’“.