Barcelona es una de las regiones más vistadas de nuestro país gracias al gran valor de su patrimonio. Así, con sus bellas playas, monumentos de renombre mundial y pequeños pueblos costeros, conforman un abanico turístico lleno de rincones que son una maravilla. En su interior, algo alejados de la costa, también se localizan parajes y pequeñas villas que guardan un gran número de secretos. De hecho, apenas a una hora de Barcelona, un imponente monasterio budista sorprende al viajero gracias a su imponente arquitectura y bonito paisaje.
El monasterio Sakya Tashi Ling se ubica en el pueblo de Olivella, en el corazón del Parque Natural de Garraf, y ocupa a día de hoy lo que fue el Palau Novella, una antigua masía modernista construida en el siglo XIX por una familia burguesa. Esta fue abandonada años después durante décadas hasta que en 1996 fue rehabilitada por una comunidad budista de la escuela Sakya. De este modo, se ha convertido en uno de los centros budistas de referencia en la Cataluña. Pero más allá de su historia y arquitectura, este templo cuenta con una pintoresca ruta de senderismo que recorre todo el entorno en un paseo de lo más agradable.
Una ruta y un monasterio con visitas guiadas
El sendero cuenta con una longitud de alrededor de 20 kilómetros en sentido ida y vuelta y se tarda en recorrer alrededor de cinco horas. Las distancias y la duración pueden sorprender, pero se trata de un recorrido moderado en el que poder disfrutar de los paisajes circundantes. El itinerario parte desde la estación de tren del Garraf y desde allí, el sendero asciende por el GR-92, atravesando paisajes caracterizados por la vegetación mediterránea y formaciones kársticas típicas de la región.
A mitad de camino se encuentra el Palau Novella y una vez pasado la ruta continúa por senderos que atraviesan antiguos pueblos abandonados como Jafra, añadiendo un componente histórico al recorrido. En cuanto al palacio, se trata una masía agrícola construida en 1885 como residencia para Don Pedro Doménech Grao y Doña María de Vilanova y su familia. Sin embargo, en el año 1893, la familia cayó en ruina, lo que les obligó a abandonar la construcción. Desde ese momento, el palacio ha tenido diferentes propietarios que han mantenido sus puertas cerradas, hasta que en 1996 se instaló una comunidad budista que sigue la orden Sakya o Sakyapa, una de las cuatro tradiciones del budismo tibetano.
Su fundador fue Jamyang Tashi Dorje Rinpoche quien reunió el dinero para la compra del edificio y que, a día de hoy, se financia gracias a las actividades que realiza el templo. La principal son las visitas guiadas, las cuales permiten recorrer las estancias principales del monasterio y conocer de primera mano el funcionamiento y simbología de la comunidad budista. Uno de sus principales atractivos es la Sala Dorada y su decoración modernista, así como la antigua capilla, la cual se encuentra integrada dentro del monasterio. Aunque si hay un espacio que reúne la esencia del templo es la Sala de los Budas, el cual atesora representaciones iconográficas del budismo tibetano, que aluden a distintas cualidades mentales.
Cómo llegar
Desde Barcelona, el viaje es de alrededor de 45 minutos por la carretera C-31. Por su parte, desde Tarragona el trayecto tiene una duración estimada de 1 hora y 10 minutos por la vía AP-7.