Brian Wilson, el mítico líder de los Beach Boys que murió en junio pasado, dejó un legado musical que “toca el alma”. Lo que pocos conocen es que el californiano tenía una rivalidad oculta con otra leyenda: Paul McCartney, de los Beatles. Esta competencia que atravesaba el océano Atlántico los impulsó a crear algunos de los discos que “cambiaron la historia del rock y la cultura para siempre”, según describe en diálogo con LA NACION, Fernando Blanco, músico y especialista en los Beatles.
Los discos Rubber Soul (1965, los Beatles), Pet Sounds (1966, los Beach Boys), Revolver (1966, los Beatles) y Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (1967, los Beatles) fueron cuatro íconos del rock que, por su forma de grabarse y la libertad musical que mostraron, inspiraron a compositores de todo el mundo y de distintas generaciones a romper los límites. Incluso, Pet Sounds y Sgt. Pepper’s por muchos años fueron el 1° y 2° de los 500 mejores álbumes de toda la historia por la revista Rolling Stone, un medio de referencia en el ambiente. Lo que pocos saben es que estos long play (LP) conversan de forma telepática: son producto de una batalla musical no declarada entre dos de las bandas más grandes del siglo XX.
Rubber Soul (1965): el inicio de la rivalidad
“Fumamos marihuana y, drogados, escuchamos Rubber Soul. Me llevó lejos… Inmediatamente, me senté en el piano y empecé a escribir Pet Sounds”, expresó en una entrevista Brian Wilson, que murió el pasado 11 de junio a los 82 años. “Fue un momento que vivió siempre en mi corazón”.
Wilson se refería al sexto álbum de estudio de los Beatles, que representó una de las primeras búsquedas del grupo de Liverpool para romper los parámetros de la grabación y la composición del momento.
Un detalle importante a recalcar es que el Rubber Soul al que Brian Wilson se refiere no es LP que todos podemos escuchar hoy en día, sino una edición especial, dado que, en esa época, los discos de los Beatles que se fabricaban en Estados Unidos a veces llevaban un listado de canciones distinto al inglés. En este caso, “Drive My Car” fue reemplazada por el tema country “I’ve Just Seen a Face“ (publicada meses antes en el Reino Unido dentro del disco Help!) y “What Goes On” por la canción romántica “It’s Only Love“ (del mismo disco que el tema anterior).
“La inspiración venía desde antes —aclara Blanco, quien encabeza una banda tributo al grupo de Liverpool, Nube Nueve— porque, como todos los jóvenes estadounidenses, Wilson escuchó `I Wanna Hold Your Hand´y empezó a escribir distinto“.
Vale recordar que los cuatro de Liverpool dejaron de hacer shows en vivo a mediados de 1966 debido a molestias y a riesgos de seguridad, tal como se puede ver en el documental Beatles 64′ dirigido por Martin Scorsese, y en otros materiales. Este quiebre en su carrera les permite dedicar mucho más tiempo a las grabaciones de estudio y cambia la forma en que conciben la música, pues ahora no debían pensarla para tocar en vivo y solamente hacer bailar y gritar a los fans, sino ir más allá.
Rubber Soul significó el primer quiebre en ese proceso de profundización compositiva. “Sonaba como una colección de temas folk de los Beatles, es la mejor manera en la que lo puedo describir. Era muy especial, todas las canciones funcionaban como un conjunto que no podía separarse, como repliqué en Pet Sounds”, llegó a analizar Wilson, quien además confesó que cuando oyó el disco de los Beatles pensó que era “el mejor álbum que existe”.
Pet Sounds (1966): la respuesta de Wilson que hizo llorar a Paul McCartney
“Pet Sounds es el crecimiento de Brian Wilson como compositor, productor y arreglador, le da el carnet de ‘genio’”, explica Sergio Marchi, periodista y autor especializado en música, en diálogo con este medio. Se trata de un disco de 13 canciones interconectadas entre sí que utilizan infinidad de instrumentos que suenan extraño —¡y pensar que no se grababa con computadoras!— o son tocados de forma distinta (como hacer sonar con una hebilla de pelo las cuerdas de un piano, o sumar cellos como instrumentos rítmicos), donde hay armonías muy complejas y una narración musical con progresiones de acordes y conjunción de instrumentos que Paul McCartney admitió que todavía, casi 60 años después, lo hace llorar. Se trata de una obra que Wilson creó como respuesta, como desafío a Rubber Soul. Un misil musical de muchos meses de grabación encima.
“God Only Knows” es tal vez el tema más recordado del disco, que, para muchos fanáticos de la música, es “una canción perfecta”. Pero, “Wouldn’t It Be Nice”, “You Still Believe in Me”, “Caroline, No” son otras canciones que todavía tienen millones de adeptos.
Fernando Blanco recuerda que, si bien los Beach Boys no tuvieron tanto éxito con Pet Sounds en Estados Unidos, el resultado fue distinto en Reino Unido. En Londres, en 1966, se organizó una listening party para el lanzamiento, donde estuvieron Lennon y McCartney. “Les rompió la cabeza— expresa el músico y autor argentino—incluso, en 1966 los Beach Boys fueron de gira a Reino Unido y desplazaron a los Beatles como la banda número uno″.
La rivalidad estaba instaurada. En agosto de 1966 Los Beatles sacaron Revolver y muchos podrían pensar que tal obra no formaría parte de la disputa, ya que se habría grabado al mismo tiempo que Pet Sounds, pero Fernando Blanco destaca algo distinto: él afirma que en 1965 el bajista de los Beatles y el Beach Boy se encontraron en el estudio donde Wilson estaba grabando Pet Sounds y tuvieron un encontronazo de egos. “Querían conocerse”, explica Blanco. La visita no habría sido de lo más simpática, ya que McCartney le habría dicho al Beach Boy, refiriéndose a Revolver: “Más vale que te apures a terminar este disco, porque lo que acabamos de hacer es una obra monumental“.
McCartney sobre Pet Sounds: “Tenemos que hacer algo mejor”
Marchi afirma que efectivamente en algún momento a mediados de los años 60 empieza una “competencia” entre los Beach Boys y los Beatles. El año 1965, según describe Marchi, fue de gran crecimiento para los Beach Boys y de incubación de un cambio para los Beatles”.
En 3, 2, 1 McCartney, el documental donde McCartney repasa su carrera del inglés, recordó: “Los Beach Boys creo que fueron una gran influencia nuestra, más que nada con sus armonías. Había una pequeña rivalidad intercontinental, principalmente con Brian [Wilson], con su composición. Creo que él había escuchado uno de nuestros álbumes y pensó: ‘Tengo que hacerlo mejor que ellos’, y eso fue Pet Sounds, que amé y todavía es uno de los grandes álbumes para mí”. Y no mentía: en el posteo de “You Gave Me The Answer” de junio, el exBeatle respondió cuáles eran los mejores discos de la historia para él y recordó el de los Beach Boys. “Cuando nosotros escuchamos Pet Sounds, dijimos: ‘Bueno, tenemos que hacer algo mejor’, así que grabamos Sgt. Pepper’s”.
Roger McGuinn, líder de los Byrds, también refuerza este punto en una entrevista donde admitió que su banda escuchaba a los Beatles y a los Beach Boys “pinchándose unos con otros” para hacer mejores canciones.
Brian Wilson, en vida, no fue tímido al momento de referirse a sus héroes y villanos. “Antes de los Beatles, toda la música era moon and june [frase en inglés para referirse a algo ”cliché“], pero nosotros [los Beach Boys] le dimos un nuevo giro en el sonido”, explicó en una entrevista. “Éramos como rivales, pero nos encendíamos mutuamente… era como que nos inspirábamos para hacerlo aún mejor”. Incluso, en una entrevista, el exBeatle confesó que esta competencia funcionaba tal como él lo hacía con John Lennon, donde cada uno buscaba superar al otro.
Marchi, detallista con las palabras, afirma que, más que una rivalidad, dada la mala connotación que puede traer el término, era “una sana competencia artística y uno de los elementos del Big Bang por el cual el rock pegó un salto cuántico.”
Dos genios en un mismo escenario
McCartney y Wilson se encontraron en varias ocasiones a lo largo de sus vidas, pero una noche en particular compartieron el escenario por primera y última vez, en un concierto benéfico. McCartney muchas veces expresó que para él, “God Only Knows” es uno de esos temas que llegan “al alma”. Esa fue la canción que cantaron. Al recordar aquella vez donde Wilson y él tocaron la canción llegó a decir que “sonaron bien en vivo”. Sin embargo, en la prueba de sonido, no alcanzaron tal calidad musical, porque el Beatle se emocionó al cantar uno de sus temas preferidos con el mismo que lo había escrito, Brian Wilson.
La performance sobrevive en un video de audio de poca calidad. Como si se tratase de un juego con inteligencia artificial, donde se le cambia la voz a una grabación, se lo puede escuchar al exBeatle entonar la letra escrita por el Beach Boy. Pero no: el video fue un encuentro real. “Gracias, Paul, gracias”, se escucha que dice Wilson esa noche.
Pepper: la ofensiva Beatle que no obtuvo réplica hasta 2011
Para resumir, si seguimos las declaraciones de Brian Wilson, Rubber Soul disparó Pet Sounds. Y fue Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, según McCartney, la ofensiva al disco de los Beach Boys y el resultado de la rivalidad.
Fue una batalla que, de alguna manera, ganaron los ingleses, por la relevancia histórica que tuvo este LP: “Pepper fue el disco que cambió no solo la música, sino la cultura; fue la banda de sonido del ‘verano del amor’ en 1967”, dice Blanco.
Pet Sounds no tuvo éxito comercial en Estados Unidos, lo que no fue una buena noticia para la discográfica, y tampoco fue comprendido por los demás Beach Boys —incluso por los hermanos de Wilson—. Sin embargo, el Beach Boy se empeñó en trabajar en el misil que dispararía contra Sgt. Pepper’s. Pero esta respuesta, un LP llamado Smile, se haría esperar más de cuatro décadas.
Con el público, sus compañeros de banda y los ejecutivos de Capitol Records soñando con ”más canciones de chicas, surf y autos”, Wilson tenía pocos adeptos a su lado, a pesar del éxito del single “Good Vibrations”.
Con todos en contra, Wilson tuvo que abandonar el proyecto Smile y las grabaciones cesaron en 1967, aunque algún material del disco se llegó a lanzar en ese momento.
La razones incluso trascienden la música y se meten en la salud mental de Wilson: “Era un genio, pero sufría mucho”, dice Blanco. Este nuevo LP mezclaría el arte sinfónico con el rock y otros géneros. “Es una locura —explica Blanco— donde de alguna forma, en el sonido y en las anécdotas, ya se notaban los problemas de salud de Brian”. Vale recordar que para ese entonces el Beach Boy ya había sufrido varias crisis nerviosas que, en esos años, se incrementaron hasta llevarlo a la paranoia.
“Estaba trabajando en una suit para Smile que intentaba representar los cuatro elementos (el fuego, el agua, la tierra y el aire) y cuando empezaba a grabar el fuego, siempre tenían que parar porque Brian leía en el diario sobre un incendio y sentía que él era el que estaba generándolos con su música“, asegura Blanco. ”Era una situación difícil de sostener, y ahí se produjo un quiebre en la relación de los Beach Boys, donde dejaron de comprenderse“.
La salud de Wilson estaba deteriorada y para 1965 ya había dejado de dar recitales en vivo. La banda tomó un camino distinto a la música que él proponía (como el single rockero “Do It Again”, de 1968, donde vuelven las “chicas de California”). Incluso hay quienes creen que los juegos de harmonías ideados y cantados por Wilson en sus temas no eran más que la incorporación de las voces que el músico escuchaba en su cabeza a la música, pero tanto Marchi como Blanco descartan esta teoría.
La respuesta de Sgt. Pepper’s se hizo esperar hasta el año 2011, cuando Wilson publicó The Smile Sessions, el proyecto completo que había iniciado en 1967. En la primera fila de la presentación del disco, Blanco recuerda que estaba McCartney, quien según dicen calificó al disco como una “obra maestra”.