La familia Caballé ha acaparado multitud de titulares en los últimos días tras salir a la luz la delicada situación económica de Carles Caballé, hermano de la reconocida soprano Montserrat Caballé. Ante ciertas informaciones y especulaciones sobre posibles fracturas o enfrentamientos internos, ha sido la hija de Carles y sobrina de la mítica cantante quien ha querido zanjar cualquier polémica, asegurando que la unidad familiar está intacta pese a las dificultades recientes.
«Seguimos siendo una piña, y mucho a pesar de que creo que a mucha gente no les gusta esto, lo seguiremos siendo de por vida», afirmaba con firmeza, restando importancia a cualquier rumor sobre una «guerra familiar». La joven explica que, lejos de darle la espalda a su padre, toda la familia está completamente volcada en apoyarlo: «Yo lo que quiero es que mi padre esté bien. Repito, nadie ha abandonado a mi padre, ni mis primos, ni yo, ni nadie, somos una familia unida, lo dije en un comunicado, lo repito ahora, y estamos entre todos intentando solventar este problema, y se va a poder solventar».
Sobre el desconocimiento de algunos miembros de la familia respecto a la situación, la sobrina de Montserrat Caballé señala que la crisis económica se mantuvo en un círculo muy cerrado porque tanto ella como su padre buscaban primero una solución privada. «Ni ellos ni nadie de la familia sabía nada, porque la familia no son sólo ellos, son más personas. No habíamos comentado nada, porque era un tema que queríamos resolver mi padre y yo. Desgraciadamente estábamos esperando una aportación económica importante, la cual falló hace unos meses, y estábamos a la espera de que esto pudiera solventarse ahora, con la mala suerte de que ha habido esta fuga de información del juzgado, y entonces se ha enterado todo el mundo», explica. Añade que, desde que el resto de la familia se enteró de la situación, se ha volcado por completo en buscar una solución.
En cuanto a la paralización del posible desahucio de su padre, la hija de Carles Caballé aclara que la gestión se ha realizado por su condición de persona vulnerable por su edad y sus ingresos mínimos, y no se trata de un problema derivado directamente de la Fundación que comparten espacio en el mismo domicilio. «El tema fundación es diferente. ¿Por qué la gente confunde ambas cosas? Simplemente porque en el mismo domicilio se ha acordado con los propietarios de que mi padre pagaba una parte del alquiler, que es una parte del piso donde él reside, y la otra parte se usaba para la fundación… Y por eso, al no poder pagar ni mi padre su parte, ni la fundación los últimos meses, que es aproximadamente casi un año… nos hemos encontrado con este problema», detalla, subrayando que están trabajando para solucionarlo a la mayor brevedad.
Sobre los plazos para regularizar la situación, también ha querido desmentir algunas informaciones publicadas, aclarando que «no sé de dónde ha salido esto de la fecha de noviembre, porque estaba previsto para octubre y han dado cuatro meses más, con lo cual se supone que sería a principios de año, según me dijo el abogado».
Finalmente, reconoce que la situación se hizo pública por una filtración judicial, pero asegura que la familia no siente vergüenza: «No nos avergonzamos por ello, porque en esta situación hay miles de personas». Con estas declaraciones, la sobrina de Montserrat Caballé zanja cualquier especulación, reafirma la unión familiar y lanza un mensaje de optimismo frente a la adversidad.
