
Ante los recientes problemas sufridos en el funcionamiento del programa de detección precoz de cáncer de mama en Andalucía, el Grupo de Trabajo de Cribado de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) muestra su preocupación por las bajas tasas de participación en los programas de detección precoz del cáncer de mama, colorrectal y de cérvix, especialmente en el cáncer de colon.
Las guías europeas recomiendan una cobertura superior al 95% y una participación del 70% en el caso del cáncer de mama y del 65% en el colorrectal. En España el cribado de cáncer de mama abarca a toda la población diana y presenta una tasa de participación general del 74%. En cambio, la participación en el cribado de cáncer colorrectal, aunque implementado en todas las comunidades autónomas, se estima en torno al 32%. Por su parte, el cribado de cérvix pasó de ser oportunista a poblacional en 2019 y está en proceso de implementación en todo el territorio.
Desde la SEE alertan a través de un posicionamiento sobre la necesidad de asegurar la implementación, sostenibilidad y calidad de estos programas, que están respaldados por la evidencia científica, y que se centran en la detección y tratamiento precoz de la enfermedad, con el objetivo principal de disminuir la mortalidad y mejorar la vida de las personas con cáncer.
En el caso de los cánceres colorrectal y de cérvix, además, permiten detectar y extirpar las lesiones precursoras, lo que contribuye a reducir la incidencia de nuevos casos. La SEE señala que en estos tres tipos de cáncer se aplican programas de detección precoz «por varias razones»: son cánceres que presentan altas tasas de incidencia y mortalidad, su historia natural es conocida, existen pruebas de cribado válidas y aceptadas por la población, y el diagnóstico precoz disminuye la mortalidad.
La SEE considera que deben desarrollarse siguiendo las recomendaciones de las guías europeas de garantía de calidad y de la cartera básica del Sistema Nacional de Salud; e insiste en «la importancia de la implementación de programas poblacionales de calidad, que cuenten con la organización y recursos adecuados para su implementación, monitorización y evaluación».
Además, reclama una evaluación transparente de los indicadores de calidad, tanto de proceso como de resultados, mediante criterios definidos a nivel estatal y europeo.
