El ministro de Economía, Luis Caputo, aseguró que los salarios reales del sector privado registrado están en su máximo nivel desde 2018. Sin embargo, un informe de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) indica que ello no se debe a una suba del salario normal y permanente, sino a un incremento de las horas trabajadas, lo cual conlleva riesgos.
Las declaraciones del titular del Palacio de Hacienda y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien aseguró que en el último año los salarios aumentaron 117%, por encima de la inflación; se basan en el último informe de la Secretaría de Trabajo de la Nación, que efectivamente muestra que en febrero de 2025, el poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores formales del sector privado fue 7% mayor al nivel que tenían en noviembre de 2023, mes previo a la asunción de Javier Milei.
Pero el centro de estudios de la UNSAM, el CETyD, sostuvo: “Llama la atención que ese crecimiento salarial se produce en el mismo momento en el que el Gobierno fijó un techo muy estricto a las paritarias y no está homologando los acuerdos que superan esa pauta”.
Explicaron que desde fines del año pasado se produjo un marcado desacople entre, por un lado, los salarios negociados en paritarias por empresas y sindicatos; y por otro lado, los salarios efectivamente cobrados por los trabajadores a principios de mes.
“Los salarios negociados en paritarias entre empresas y sindicatos se mantuvieron relativamente estables entre septiembre de 2024 y febrero de 2025 (en rigor, aumentaron 1% y cayeron en marzo). Pero en simultáneo, los salarios que efectivamente cobraron los trabajadores (salario efectivo) crecieron 9% durante ese mismo período”, detallaron.
“A diferencia lo que ocurre con la actividad económica, que ya volvió al nivel que tenía al iniciar la crisis, el empleo no logró compensar la contracción previa y a fines de 2024 se mantuvo 2,3% debajo de fines de 2023. Sin embargo, lo que sí está aumentando es la cantidad de horas que trabaja cada trabajador, que crecieron 5,1% en ese mismo período de tiempo”, dijeron.
Esto puede deberse a que, en el actual contexto de inestabilidad, las empresas están optando por aumentar las horas extra antes que por contratar más trabajadores a sus plantillas.
También, Luis Campos, investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma, hizo referencia a esta cuestión en sus redes sociales y afirmó que es “más ingreso por más trabajo” y consideró: “¿Por qué aumentan las horas trabajadas? Posiblemente la actividad esté ajustando de manera heterogénea. Una hipótesis: las empresas en crisis despiden, las que recuperan su nivel de actividad prefieren extender el horario antes de contratar nuevos trabajadores”.
En ese marco, señala el CETyD, lo que se observa es que los trabajadores no están cobrando más porque hayan aumentado sustancialmente sus salarios, dado que “las paritarias efectivamente están pisadas”. Por el contrario, sus ingresos se incrementaron porque están trabajando horas extra. Dicho de otro modo, los trabajadores no cobran más porque el valor de su salario normal y permanente se incrementó, sino porque trabajan más horas.
Entonces, “el poder adquisitivo de los salarios se incrementó entre fines de 2023 y 2024 (en línea con lo sostenido por los funcionarios de Gobierno). Sin embargo, si se excluye el crecimiento de las horas extra y se observa lo ocurrido con el salario por hora trabajada, el incremento fue sustancialmente menor (el salario total creció 7% y el salario horario, 2%)”, precisa el informe.
“Esta diferencia que observamos para fines de 2024, seguramente se haya profundizado a principios de 2025 (período para el cual no hay información disponible aún), considerando la acentuación del desacople entre los salarios efectivamente cobrados y los negociados en paritarias que ocurrió durante esa etapa”, añade.
Uno de los principales problemas es que el aumento de ingresos basado en el incremento de las horas extra es inestable y corre el riesgo de ser rápidamente revertido si la actividad se estanca o se retrae. “A diferencia de los aumentos negociados en paritarias, las horas extra son el primer componente salarial que se elimina cuando el ciclo económico pierde dinamismo”, destaca el CETyD.
“En consecuencia, a menos que los incrementos actuales se trasladen a los salarios básicos de convenio, los trabajadores podrían experimentar una brusca reducción de ingresos si la actividad interrumpe la tendencia al alza que mostró desde mediados de 2024″, concluye.
Es importante mencionar que, según un estudio de la CTA Autónoma, las paritarias registraron una caída de los salarios de hasta casi un 7% en el primer trimestre del año.
“Frente a un escenario de precios acelerándose, el congelamiento de las paritarias necesariamente tiene como consecuencia una caída del salario real. El impacto de este proceso en el primer trimestre del año fue muy heterogéneo: mientras algunas actividades pudieron sostener el valor real del salario de convenio, principalmente aquellas que tenían cuotas pendientes pactadas en negociaciones efectuadas en los últimos meses de 2024, otras tuvieron retrocesos muy significativos”, afirman desde la central sindical.