“¡Basta ya!“, han dicho este sábado los efectivos de la escala más naja y numerosa de las Fuerzas Armadas, en Madrid. La Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) se ha manifestado ante el la sede del Ministerio de Defensa para reclamar por mejores condiciones profesionales y salariales. ”Somos militares, servidores públicos con vocación de servicio, pero eso no implica que debamos soportar las peores retribuciones del sector público”, ha denunciado el presidente de ATME, Marco Antonio Gómez, ante cerca de un centenar de personas.
La asociación ha decidido llevar adelante esta protesta pese a que desde el Gobierno han aprobado una partida de 368 millones de euros dirigida a incrementar las retribuciones de todos los miembros de las Fuerzas Armadas en 200 euros. No obstante, para ATME esta cifra no cubre las necesidades reales de la tropa, por lo que ha optado por mantener la convocatoria, anunciada en marzo, incluso tras conocer los detalles del plan estratégico presentado esta semana por Pedro Sánchez, que contempla un presupuesto de 10.471 millones de euros, de los cuales un 35 %, en torno a 3.700 millones, se destinará a mejorar las condiciones laborales y aumentar la plantilla militar.
Sin embargo, Gómez ha lamentado que este plan no incluye incrementos adicionales en los salarios. Durante su discurso ante las puertas del departamento que lidera Margarita Robles, el presidente de ATME ha advertido que sin mejoras retributivas las Fuerzas Armadas tendrán dificultades para atraer y retener personal, independientemente de las inversiones en material o armamento previstas. “De nada sirve tener carros de combate si no hay personal dispuesto a manejarlos”, ha indicado Gómez.
En este sentido, ATME reclama un aumento adicional de 600 euros para garantizar salarios más atractivos para el personal de tropa y marinería. Actualmente, un soldado percibe alrededor de 1.183 euros mensuales, una cifra que, según Gómez, no compensa el riesgo que asumen los militares en el ejercicio de sus funciones.
Cambios en la carrera militar
Además de las mejoras económicas, los manifestantes exigen cambios en el modelo de carrera militar, que consideran obsoleto, así como medidas para reducir la temporalidad y favorecer la conciliación entre la vida profesional y familiar. Durante la concentración, los participantes exhibieron pancartas en las que reclamaban “dignidad y futuro” para las familias militares. También se leyó un manifiesto en el que se criticó el actual modelo profesional y se insistió en la necesidad de reformas estructurales.
Durante la manifestación, los soldados también han reclamado que Defensa inicie de inmediato el proceso para que su profesión sea considerada de riesgo, algo a lo que desde el Gobierno se han negado en más de una ocasión durante esta legislatura. Otra de las exigencias de ATME es acabar con la “lacra” de la temporalidad, de forma que los soldados y marineros puedan seguir formando parte de las Fuerzas Armadas más allá de los 45 años.
A dicha edad, aquellos que no han alcanzado la condición de militar de carrera, causan baja del Ejército y se transforman en reservistas de especial disponibilidad (RED). Según datos oficiales, en España existen 9.079 reservistas de especial disponibilidad. Todos ellos perciben mensualmente, y hasta cumplir 65 años, una asignación de 725,91 euros brutos que, dado la dificultad de encontrar trabajo en el mundo civil, el 57% de los RED complementa con el paro.