Los Estados miembro y el Parlamento Europeo han acordado este jueves la revisión del marco de gestión de crisis bancarias y la garantía de depósitos para amparar pequeños y medianos bancos con el objetivo de proteger a los inversores ante una posible quiebra al tiempo que se minimiza el riesgo de que las autoridades recurran a dinero de los contribuyentes para rescatarlos.
Este paquete incluye tres documentos legislativos: la directiva de recuperación y resolución bancaria, el reglamento del mecanismo único de Resolución y la directiva sobre sistemas de garantía de depósitos.
El objetivo del acuerdo es proteger mejor el dinero de los contribuyentes, ampliar el alcance de los bancos cubiertos, empoderar a las autoridades para gestionar posibles quiebras de manera más efectiva y armonizar la protección de los depositantes en toda la UE.
Los negociadores han acordado que el marco de resolución esté también disponible para bancos pequeños y medianos, cuando sea de interés público y se incluye un mecanismo para permitir el uso de los fondos del Sistema de Gestión de Depósitos (SGD) para contribuir al cumplimiento del requisito mínimo del 8% de reparto de pérdidas.
Sin embargo, para poder recurrir a esta herramienta, los bancos deben, entre otros requisitos, mantener suficientes pasivos o capital elegibles según lo establecido en sus planes de resolución al menos dos años antes de cualquier intervención.
Además de la protección estándar de depósitos de la UE de 100.000 euros por persona y por banco, también se protegerán ciertos depósitos vinculados a transacciones inmobiliarias. Estos estarán cubiertos desde un mínimo de 500.000 euro hasta un máximo de 2.500.000 euros, según las circunstancias.
