La Comisión Europea ha descartado este viernes que vaya a afectar a las producciones europeas el arancel del 100% que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dicho que impondrá a todas las importaciones del sector farmacéutico, porque el acuerdo comercial que Bruselas y Washington cerraron este verano establece un techo del 15% como gravamen máximo para cualquier compra importación al mercado estadounidense desde la UE.
Se trata de un tope «claro y global» del 15% para las producciones de la Unión que «representa una garantía de que no se impondrán aranceles más altos a los operadores europeos», ha dicho el portavoz comunitario de Comercio, Olof Gill, tras referirse a lo establecido en la declaración conjunta del pacto que indica que Estados Unidos «garantizará con prontitud» que este umbral estará vigente también para las producciones farmacéuticas, de semiconductores y madera.
«La Unión Europea y Estados Unidos siguen trabajando para implementar los compromisos de la declaración conjunta, a la vez que exploran nuevas áreas de exenciones arancelarias y una cooperación más amplia», ha remachado el portavoz, para salir al paso del último anuncio del presidente norteamericano.
Trump anunció la pasada noche que todo producto farmacéutico importado a Estados Unidos tendrá que asumir un arancel del 100% salo que tenga una planta de producción instalada en el país o esté en desarrollo.
También dijo que activará un gravamen del 25% a los camiones «pesados, grandes» fabricados en cualquier país, una decisión que ha justificado para «proteger» a los fabricantes estadounidenses de estos productos de la «competencia externa desleal» y por la buena «salud financiera» de sus camioneros.
Finalmente, ha avanzado que habrá una tasa adicional del 50% a «todos los muebles de cocina, tocadores de baño y productos relacionados» y uno del 30% a los «muebles tapizados» y ha reconocido que «es una práctica muy injusta, pero debemos proteger, por seguridad nacional y otras razones, nuestro proceso de fabricación».