Siete agencias de Naciones Unidas han denunciado que la escasez de combustible en la Franja de Gaza, a pesar de la llegada esta semana de 75.000 litros de gasolina, ha alcanzado «niveles críticos» y la supervivencia de la población, así como las tareas de los equipos humanitarios en el enclave palestino, corre peligro.
La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la agencia para los refugiados (UNRWA), así como el Programa Mundial de Alimentos (PAM), han dado la bienvenida a la llegada de este combustible — el primer envío de esta naturaleza en 130 días del redoblado bloqueo israelí — «pero es una pequeña fracción de lo que se necesita cada día para mantener en marcha la vida cotidiana y las operaciones de ayuda críticas».
«El combustible es fundamental para la supervivencia en Gaza», apuntan las agencias, que recuerdan «la necesidad de de combustible para mover la flota que transporta productos esenciales por la Franja y para operar una red de panaderías que producen pan fresco para la población afectada.
«Sin combustible, estos recursos vitales desaparecerán para 2,1 millones de personas», avisan.
«Tras casi dos años de guerra, la población de Gaza se enfrenta a dificultades extremas, incluyendo una inseguridad alimentaria generalizada. La escasez de combustible supone una nueva carga insoportable para una población al borde de la inanición», añaden las agencias de la ONU.
Sin el combustible, Gaza «se enfrenta a un colapso de los esfuerzos humanitarios», según las agencias. «Las unidades de maternidad, neonatal y de cuidados intensivos están fallando, y las ambulancias ya no pueden circular. Las carreteras y el transporte permanecerán bloqueados, atrapando a quienes lo necesiten. Las telecomunicaciones se interrumpirán, lo que paralizará la coordinación vital y aislará a las familias de información crucial y entre sí», han avisado.
Los organismos de las Naciones Unidas y sus socios humanitarios son «incapaces de exagerar la urgencia de este momento: hay que permitir el ingreso de combustible a Gaza en cantidades suficientes y de manera constante para sostener las operaciones que salvan vidas».