Las autoridades sudanesas han sostenido que, mientras persistan sospechas sobre el apoyo extranjero a grupos armados, no se podrá garantizar la integridad de un eventual proceso de paz en el país. Esto se enmarca en la persistente negativa del gobierno sudanés a aceptar la mediación de Emiratos Árabes Unidos (EAU) dentro de las iniciativas internacionales lideradas por el denominado Cuarteto, compuesto también por Estados Unidos, Arabia Saudí y Egipto. Según publicó el medio, esta situación ha polarizado los intentos diplomáticos al interior de la comunidad internacional y ha complejizado el camino hacia un cese de hostilidades.
En un comunicado difundido por Facebook, Abdelfatá al Burhan, jefe del Ejército y presidente del Consejo Soberano de Transición de Sudán, expuso que la actuación de EAU dentro del Cuarteto resulta inadmisible por presuntos vínculos de este país con las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), el principal grupo rebelde en el actual conflicto. El medio detalló que Al Burhan afirmó: “Emiratos Árabes Unidos no pueden ser aceptados como mediadores en la crisis”, y agregó que, si EAU es parte del Cuarteto, todos sus miembros se ven implicados en la responsabilidad por los acontecimientos, dado que, según sus palabras recogidas por el medio, “el mundo entero ha sido testigo del apoyo de Emiratos Árabes Unidos a los rebeldes contra el Estado sudanés”.
De acuerdo con las autoridades sudanesas citadas por el medio, el rechazo a la mediación emiratí se sustenta en acusaciones de colaboración directa del país del Golfo con las RSF. Paralelamente, las RSF, tras la toma de El Fasher —capital de Darfur del Norte—, manifestaron su disposición a aceptar una propuesta de alto el fuego propuesta por el Cuarteto, lo que refuerza el contraste entre la postura del grupo rebelde y la negativa del gobierno a entablar negociaciones mientras las RSF conserven sus armas y territorios bajo control.
El medio informó que la participación de EAU en el Cuarteto no solo ha generado tensiones con el gobierno sudanés, sino que también ha propiciado desencuentros entre los actores internacionales implicados. Esto ha llevado a dudar de la credibilidad del proceso y a poner en cuestión la posibilidad de alcanzar una solución respaldada por todas las partes. Según consignó el medio, las autoridades sudanesas consideran que la supuesta afinidad entre EAU y las RSF impide cualquier avance significativo en una mediación efectiva.
El trasfondo del conflicto, según publicó el medio, radica en una falta de acuerdo respecto a la integración de las RSF dentro de las estructuras regulares del ejército sudanés. El estancamiento en este punto truncó la transición política que se inició en 2019 luego de la salida del expresidente Omar al Bashir, y que continuó tras el derrocamiento del primer ministro Abdalá Hamdok en 2021. A raíz de este enfrentamiento irresuelto, el país ha experimentado una situación de emergencia sin precedentes, con consecuencias directas sobre la población civil.
En el plano humanitario, la emergencia derivada del conflicto abarca el desplazamiento masivo de civiles, un incremento del número de refugiados, brotes recurrentes de enfermedades y la destrucción de infraestructuras esenciales. Según detalló el medio, el acceso a la ayuda internacional se ha visto restringido por la inseguridad generalizada y la persistencia de combates, lo que ha generado preocupación entre gobiernos y organizaciones internacionales.
El medio destacó además que han surgido acusaciones formales contra las RSF por violaciones a los derechos humanos, entre las que figuran denuncias de ejecuciones, torturas y agresiones sexuales, particularmente después de la captura de El Fasher. Estas denuncias han intensificado el aislamiento internacional de las RSF y han aumentado la presión sobre todos los actores involucrados para alcanzar un alto el fuego efectivo.
Durante este contexto de crisis, el liderazgo sudanés ha responsabilizado al Cuarteto de la escalada y ha descartado cualquier negociación mientras persista la sospecha sobre el respaldo externo a los rebeldes. Según consignó el medio, Al Burhan criticó directamente a Massad Boulos, asesor principal sobre asuntos africanos de la Casa Blanca, acusándolo de manipular la narrativa internacional sobre el conflicto. Al Burhan afirmó: “No somos belicistas ni rechazamos la paz, pero nadie puede amenazarnos ni imponernos condiciones”, subrayando la determinación del ejército de expulsar a las RSF del territorio sudanés.
El medio reportó que la respuesta de las RSF ha consistido en endilgar a Al Burhan la responsabilidad de bloquear un proceso negociador, contraponiendo su aceptación de propuestas de cese al fuego con la firme negativa del gobierno. Estas posturas encontradas complican las iniciativas internacionales y mantienen un panorama de fragmentación en los esfuerzos para atender la crisis.
La persistencia del desacuerdo respecto a la mediación y la falta de confianza entre los actores principales, según informó el medio, perpetúan la situación de emergencia y dificultan la posibilidad de reconstrucción o retorno seguro para los desplazados. El mantenimiento de las hostilidades y la falta de perspectivas de una resolución inmediata impiden la recuperación del país y la restitución de servicios vitales, prolongando el sufrimiento de la población y la inestabilidad en Sudán.
