En tiempos donde pasamos cada vez más horas en casa, la búsqueda de bienestar en nuestros espacios se volvió una prioridad. Y el hogar no solo protege del mundo exterior, también funciona como un centro energético que influye en nuestra salud física, emocional y espiritual. Por eso, resulta fundamental crear ambientes que reflejen armonía y equilibrio.
En esa búsqueda, el Feng Shui ofrece herramientas valiosas. Esta antigua disciplina china propone guiar la energía vital, o chi, a través del uso consciente del entorno. Colores, materiales, distribución de muebles y elementos naturales cumplen un rol específico para favorecer la circulación de esta energía en cada rincón del hogar.
Entre todos estos elementos, para el sitio Designer Plants, las plantas ocupan un lugar protagónico. Además de purificar el aire y embellecer, activan y canalizan el chi con una intensidad particular. Esto se debe a que representan el elemento madera, asociado al crecimiento, la renovación y la vitalidad.
Su poder energético no radica únicamente en su presencia, sino en el modo en que se integran al espacio. En especial en la cocina, un lugar fundamental para el Feng Shui por simbolizar la transformación y la nutrición. Allí, la energía vital se manifiesta a través del fuego, el alimento y la preparación de lo que nos sostiene día a día.
Al tener en cuenta esta importancia, es posible potenciar la armonía de la cocina a través de plantas específicas que ayudan a elevar su vibración. Se detallan cinco plantas ideales para la cocina según el Feng Shui, basadas en las recomendaciones de Be.Green:
Bambú de la suerte
Comenzar por el bambú de la suerte es clave, ya que esta planta es uno de los emblemas del Feng Shui. Conocido por atraer buena suerte y prosperidad, su forma vertical representa crecimiento sostenido y equilibrio interior. Para aprovechar todo su potencial energético, se sugiere colocar tres tallos en un recipiente con agua limpia, y renovarla cada semana. Integrarlo en la cocina armoniza el flujo de energía del ambiente.
Árbol del dinero
En sintonía con la energía del bambú, el árbol del dinero refuerza la intención de abundancia. Esta planta es valorada por sus hojas verdes brillantes que simbolizan crecimiento constante y oportunidades. Colocarla en la cocina puede amplificar la energía positiva, especialmente en zonas vinculadas al área económica del hogar. Para mantenerse saludable, necesita luz indirecta y riego moderado, sin excesos.
Lavanda
Para complementar la fuerza energética de las anteriores, la lavanda introduce una cualidad esencial: la calma. Su aroma suave relaja el ambiente y favorece una atmósfera pacífica, ideal para una cocina en la que se comparte tiempo y afecto. La planta bien ubicada puede reducir tensiones y fortalecer los vínculos entre quienes conviven. Es importante brindarle luz solar directa y mantener un riego constante para que florezca con plenitud.
Lirio de la paz
Si el objetivo es depurar el entorno, el lirio de la paz se presenta como una opción poderosa. Esta planta destaca por su capacidad para eliminar toxinas del aire, algo especialmente valioso en espacios donde se cocina a diario. Al sumar esta especie al entorno, se contribuye a crear un espacio más saludable, visualmente armonioso y energéticamente equilibrado. Prefiere la luz indirecta y un sustrato húmedo pero bien drenado.
Drácena marginata
Para cerrar esta selección, la drácena marginata aporta una energía distinta: la del impulso creativo. Sus hojas alargadas y estilizadas agregan dinamismo visual y simbólico, ideal para quienes buscan innovar tanto en recetas como en rutinas cotidianas. Por eso, colocarla en la cocina puede ser una forma sutil de abrir la puerta a nuevas ideas y experiencias. Al igual que el árbol del dinero, necesita luz indirecta y riegos moderados para desarrollarse con fuerza.
Si bien estas plantas pueden convivir en un mismo espacio, el Feng Shui recomienda no sobrecargar el ambiente. En cocinas pequeñas, conviene no superar tres ejemplares. De lo contrario, el exceso de vegetación podría entorpecer la circulación del chi. Para potenciar sus efectos, se aconseja utilizar macetas medianas, con buen drenaje, y en colores que acompañen la intención energética: tonos tierra para estabilidad, verdes para crecimiento y blancos para claridad.