Las contradicciones del fallo contra Estudiantes por el “espaldazo” y por qué la AFA no fue a fondo

admin

La AFA quería castigar y lo hizo. Sólo que el clima enrarecido que ella misma propició en el fútbol argentino le impidió acelerar a fondo. El ya célebre “espaldazo” de Estudiantes de La Plata ideado por su presidente, Juan Sebastián Verón, y concretado por sus futbolistas en Rosario, podía haberse saldado con una multa económica. El Tribunal de disciplina fue por más y castigó a los jugadores con dos fechas -a cumplir en 2026, y sólo si permanecen en el club pincharrata- y al presidente, además de imponer una multa económica de $120 millones.

Una primera lectura podría pensar que es una medida exagerada para un protocolo que se publicó en la página de la AFA minutos después de que Pablo Dóvalo, el árbitro del partido en Arroyito, marcó el final. Sin embargo, un análisis más minucioso del documento y de todo lo que ocurrió entre bambalinas lleva a una palabra: grotesco. Y a una sensación: la AFA quedó presa de su descalabro.

El fallo del Tribunal de Disciplina referente al

Ir a fondo hubiera sido condenar con rigurosidad. Máxime cuando el veredicto del Tribunal habla de “grave incumplimiento de las normas éticas y de respeto, con alta exposición mediática y efecto potencialmente imitativo”. Pese a este argumento, y a la figura de “incitación a la violencia” con la que se tipificó la protesta de los jugadores, la AFA decidió que puedan cumplir el castigo en la próxima temporada. Y que, en caso de ser transferidos a otro club en el mercado de pases, queden libres de la pena.

Lo absurdo se acentúa porque son un hábito del Tribunal las amnistías a las sanciones una vez finalizado el año. Dicho de otro modo: lo más probable es que el legajo de los futbolistas de Estudiantes esté libre de penas en enero de 2026. Así, la acusación no se condice con la pena que se definió para los jugadores pincharratas. La explicación de la AFA es que el castigo no es de cumplimiento en el Clausura “para no afectar la integridad del torneo actual”.

Juan Prates, ex vicepresidente de Estudiantes, no podía graficar mejor la contradicción: “¿Para no afectar la integridad del torneo actual? ¿En serio? Pero si es una falta grave habría que aplicarla ahora, ¿o no? Salvo que ustedes mismos sientan vergüenza del fallo que sacan y crean que eso les lava un poco la cara. Impresentables», fustigó el ex directivo en su cuenta de X.

En otro contexto, la AFA hubiera castigado con la máxima rudeza posible a Estudiantes. Que no deja de ser el equipo de Verón… el único opositor a la gestión de Tapia. Que no deja de ser un directivo elogiado por el presidente Javier Milei. Y que no deja de ser -según los que frecuentan los pasillos del predio de Ezeiza- “uno de los abanderados de las Sociedades Anónimas Deportivas en la Argentina”.

En las horas previas a las deliberaciones del Tribunal, parte de la AFA de Tapia quería ir “con todo” contra los autores intelectuales y materiales del “espaldazo”. ¿Por qué no lo hicieron? Por el humor social. Lo grotesco y hasta gris del fallo se explica porque en la AFA tomaron nota de lo enrarecido que está el clima en la patria futbolera. El miércoles hubo un operativo en las redes para defender a la gestión Tapia de lo que no dudaron en llamar “operativo de desestabilización”. Los posteos se llenaron de comentarios negativos. El hincha de fútbol, el socio de los clubes que sostiene las actividades, se hartó. Y en la AFA comenzaron a tomar nota. “De alguna manera tienen que frenar. Sancionar a los jugadores de Estudiantes y que no jueguen con Central Córdoba sería peligrosísimo para ellos”, presagió una fuente dirigencial ante la consulta de LA NACION. Tenía razón.

El fallo del Tribunal de Disciplina tiene varias curiosidades que suman al desconcierto general. Por un lado, los integrantes de ese órgano hablan de sentar un “precedente disuasivo ante este tipo de actitudes [por el espaldazo]”. Resulta extraño que la AFA ni siquiera haya apercibido a otros equipos cuando no les hicieron pasillo a los flamantes campeones. Ni un mísero apretón de manos. Fue el caso -por citar uno; hay más- de Central Córdoba de Santiago del Estero, que el pasado 10 de noviembre visitó a Independiente Rivadavia en Mendoza. La Lepra estrenaba su título de campeón de Copa Argentina, pero no hubo pasillo ni sanción, claro. En el otro extremo, Tigre le hizo el homenaje a Lanús en la Fortaleza Granate luego del título internacional. Pero el protocolo de la AFA, el del ya famoso boletín con la fecha cambiada… sólo habla de pasillos para campeones nacionales.

Hay más. La justificación por parte del Tribunal de disciplina de la supuesta “incitación a la violencia” de los jugadores de Estudiantes parece sacada de un libro de ficción. El órgano disciplinario considera temerario al acto. Asegura que “aun cuando no se hayan verificado incidentes físicos ni reacciones hostiles evidentes en las tribunas, el gesto analizado comporta una forma de violencia simbólica y de agravio a los valores de respeto y deportividad que el Código Disciplinario tutela”.

Y se justifica en los niños y niñas que ingresan a la cancha de la mano de los jugadores. “Ello se hace particularmente visible -asegura el Tribunal- en la situación de los niños y niñas que acompañaban la salida al campo de juego, tomados de la mano de los jugadores del Club Estudiantes de La Plata: al darse vuelta y soltarles la mano para ejecutar el gesto de espaldas, los dejaron momentáneamente solos y desatendidos en un contexto de máxima exposición, transmitiendo un mensaje contrario al rol ejemplar que los futbolistas profesionales deben asumir frente a la niñez y a la comunidad futbolística en su conjunto. Esta circunstancia refuerza el carácter reprochable del hecho y su incompatibilidad con los principios de juego limpio, lealtad y respeto que informan el ordenamiento disciplinario”. Sí, la misma AFA que sancionó al entrenador de Deportivo Morón -Walter Otta- por algo que no dijo habla en el fallo de uno de sus tribunales de “juego limpio, lealtad y respeto”.

El veredicto por el “espaldazo” le deja servida la carta de la victimización a Verón. Si Estudiantes pierde en Santiago del Estero contra Central Córdoba y el arbitraje es polémico, la Brujita podrá recordar que la AFA lo castigó por no hacer un pasillo. Además, sitúa al presidente pincharrata en un lugar inimaginable hasta hace un par de meses. Por entonces, su figura estaba asociada al fracaso de su alianza con Foster Gillett, el multimillonario estadounidense que pretendía invertir en el fútbol argentino. Ahora, Verón tiene muchos más adeptos.

El fallo del Tribunal de disciplina es un poco más duro de lo que esperaba Estudiantes. El club se veía venir la sanción a Verón -autoincriminado en el descargo- y la multa económica, pero nadie pensó que la AFA se atrevería a sanciones deportivas. Incluso hubo algún integrante del Tribunal que, ante la consulta de LA NACION, esbozó una eventual renuncia a su cargo si primaba la postura del castigo futbolero. Aunque inocuo a corto plazo, el veredicto lo incluyó. Habrá que ver, entonces, si el Tribunal se mantiene tal como está o alguien se marcha.

Facebook Comments Box

Deja un comentario

Next Post

La reacción de Estudiantes tras las sanciones que la AFA le impuso a Verón y sus jugadores: “Respaldo absoluto”

Después de la sanción que le impuso la AFA a Estudiantes de la Plata por darse vuelta en el pasillo de reconocimiento a Rosario Central, el club platense informó a través de un comunicado que se realizó una reunión con la comisión directiva en la que se definió impulsar medidas […]
error: Content is protected !!