La belleza de Claudia Schiffer tiene heredera: su hija Clementine Vaughn, un calco de la mujer que conquistó al mundo en la década del 90 y puso a las modelos en la categoría de celebrities. Sin embargo, la actitud y la presencia de la joven de 21 años no parece ser la que catapultó a su mamá al estrellato: lejos de mostrar una imagen fría y distante, eligió la sensualidad y el desenfado.

Clemmy, como le dicen sus íntimos, es la hija del medio de Claudia Schiffer y su marido, el cineasta británico Matthew Vaughn. La pareja tiene, además, a Caspar, de 22, y a Cosima, de 15. Con la mayoría de edad, Clementine decidió sacarle el candado a su cuenta de Instagram y compartir con el público sus fotos. De inmediato, sus postales se volvieron virales. Es que lejos de una imagen fría y angelical, mostró su lado más sexy.


Clementine compartió tres fotos de su fiesta de cumpleaños, un evento que tuvo lugar en Nueva York y que estuvo inspirado en el lejano Oeste. Para el festejo, la joven lució un corset con mangas que combinó con una falda, todo en color manteca. Para completar el look sumó un cinturón color suela y el pelo suelto.
Como contrapunto de las fotos elegidas por Clemmy, Schiffer eligió una imagen retro para celebrar los 21 años de su hija. En su cuenta de Instagram, publicó una imagen en blanco y negro con una Clementine niña a upa en lo que parece ser un baño. Las dos llevaban toallas envueltas en su cabeza y en sus cuerpos.
“Feliz cumpleaños número 21 a mi Clementine”, celebró la modelo. “Motivada por siempre encontrar la lección, la curiosidad y la pasión; ¡nada podría matar tu chispa, humor o carisma! Te amo mucho mi pequeña ratoncita”, completó, con parte de la dedicatoria escrita en alemán.
Una infancia al aire libre
Clementine nació en Londres el 11 de noviembre de 2004. Luego de la llegada de la segunda heredera, Vaughn se mostró muy emocionado. “Quisiera agradecer a mi preciosa esposa Claudia por darme una hija igual de hermosa”, le dijo a la revista People.
Claudia, por su parte, comenzaba a cumplir el sueño de formar su propia familia. “Vengo de una familia numerosa y siempre quise tener hijos propios. Antes de conocer a Matthew, trabajaba sin parar, pero una vez que nos juntamos se abrió un mundo totalmente nuevo”, confesó a la revista Stylist.
Clementine y sus hermanos se criaron en una enorme casa señorial de 14 habitaciones en el medio de un campo inglés ubicado en Stanningfield, Suffolk. Tanto Schiffer como Vaughn se ocuparon de que tuvieran una infancia lejos de los flashes y las cámaras y mucho más cercana a la naturaleza y la vida al aire libre. Según publicó Vanity Fair, los niños crecieron entre actividades al aire libre: practicaban tenis, hacían equitación y disfrutaban de largos paseos por el campo. Durante los veranos, viajaban a Mallorca, donde la familia tenía una casa, o disfrutaban de los paisajes de Grecia.
Tras los pasos de mamá
La primera vez que apareció en una portada, Clementine todavía era una bebé: fue en la revista Vogue alemana cuando su mamá la presentó al mundo. El interés por la moda comenzó a aparecer en Vaughn de adolescente, cuando empezó a ver con otros ojos las apariciones de Schiffer en desfiles y producciones. Pero el momento que más la marcó fue el día que su mamá regresó a la pasarela de la mano de Versace en la Semana de la Moda de Milán 2023.
“Es la primera vez que Clemmy ve un desfile de moda, la primera sensación de estar en la industria y está extremadamente emocionada”, confió en ese momento la modelo en declaraciones a la edición británica Vogue antes del show. Un año después, Clementine y Claudia repitieron tapa juntas, pero esta vez fue en la revista Pop. “Honrada de compartir la portada con mi hija. Ella es una creativa en ciernes y realmente desea estar detrás de la cámara, pero traerla al set significa mucho para mí. Ambas estamos entusiasmadas”, escribió junto a la imagen en su cuenta de Instagram.


Con el objetivo de hacer su propio camino dentro del mundo de la moda, Clementine se mudó a Nueva York en febrero de 2024. “He visto el final del éxito. Ahora quiero ver el comienzo: la emoción y el ajetreo”, aseguró emocionada. “Mi icono de estilo es Carolyn Bessette Kennedy; no hay ni un solo conjunto suyo que no me pondría”, sumó en ese entonces, y admitió que también su madre siempre es una inspiración para ella.
