La segunda edición de los Premios ÍDOLO Argentina 2025 comenzó a pura energía en el Salón Tattersall del Hipódromo de San Isidro, con una puesta en escena imponente inspirada en la temática “Greek Heaven”. Columnas clásicas, luces doradas y pantallas LED gigantes recibían a los invitados en una estructura que simulaba un templo griego. Desde temprano, la Golden Carpet se convirtió en el epicentro del glamour digital: flashes, saludos, playlists virales y contenido en tiempo real para redes.
Uno de los momentos más comentados fue protagonizado por Alex Pelao, quien decidió romper con el protocolo de las fotos y posar de espaldas. Mientras todos miraban a las cámaras, él giró 180 grados y se dejó retratar mirando hacia el fondo, provocando risas entre los presentes que no sabían si se trataba de un gesto artístico o pura timidez. Segundos después, volvió a ponerse de frente para completar el retrato oficial.

Davoo Xeneize llegó acompañado por su mamá, en una de las postales más tiernas de la noche. En la Golden Carpet, ella conoció por primera vez a Teo D’Elía y Gastón Edul, amigos del streamer y compañeros en transmisiones. El encuentro entre los tres se destacó por las sonrisas y la calidez, mientras esperaban juntos a que Davoo terminara sus entrevistas con los distintos medios.

Otra de las figuras que dio la nota fue Romi Juárez, conocida como la radióloga de TikTok, que apareció con un vestido bordó de gran volumen y actitud flamenca. Con una botella en la mano, posó al estilo Rosalía, combinando baile, humor y soltura frente a los fotógrafos, que celebraron su espontaneidad.
Zaira Nara, una de las anfitrionas de la gala, también fue de las más comentadas por su look audaz: un vestido negro con transparencias que marcó tendencia y se llevó todos los flashes de la noche.
Entre los gestos más simpáticos, Rober Galati (que llegó en moto y bajó con su casco) apostó por un traje a cuadros y completó el look con una boina, un detalle que rompió con la formalidad del código de vestimenta y aportó un toque de estilo personal.
Martín Garabal protagonizó otro de los momentos más virales: llegó cargando en brazos a su colega Martín “El Trinche” Dardik, en un gesto de humor y complicidad que desató carcajadas en la Golden Carpet.

Y si de entradas llamativas se trata, Coscu fue el gran protagonista fuera del salón: arribó en su Cybertruck, el único modelo que existe en Argentina. Su llegada no pasó inadvertida y provocó una pequeña revolución entre los fanáticos que aguardaban en la puerta del predio.
Adentro, el Tattersall lucía majestuoso. Las sillas transparentes reflejaban las luces azules y doradas del techo, mientras los equipos técnicos ajustaban detalles frente a las pantallas LED con el logo de ÍDOLO en primer plano. Detrás del telón, una mesa repleta de estatuillas esperaba el inicio de la ceremonia, rodeada de cables, estructuras metálicas y técnicos yendo y viniendo: una postal perfecta del detrás de escena.


Antes de ingresar al salón principal, los invitados pasaron por un espacio exclusivo al aire libre montado para el cocktail. Bajo una iluminación violeta y entre carpas blancas, el sector ofrecía livings, barras temáticas y estaciones de catering que mezclaban tragos de autor con finger food. Allí se vivieron los primeros reencuentros entre creadores, saludos improvisados y fotos espontáneas que mostraron el costado más relajado de la noche. Entre copas y risas, fue el punto de partida del clima festivo que se trasladaría después a la ceremonia.
Minutos antes del comienzo, el ambiente ya respiraba euforia. Las cámaras encendidas, los saludos entre colegas y la expectativa general confirmaban que se estaba viviendo la gran noche del universo digital.
