¿Querés una planta que florezca durante meses, que resista el calor, que atraiga polinizadores al jardín y que casi no pida nada a cambio?
La respuesta es simple: salvias. Porque si hubiera un ranking de las plantas más codiciadas por los paisajistas, más admiradas en los espacios públicos, más buscadas por pequeños insectos y colibríes y más pedidas en los viveros, las salvias ocuparían el podio sin discusión.
Hoy las salvias son aliadas infaltables tanto en jardines de diseño como en rincones domésticos porque combinan lo que todo jardinero sueña: bajo mantenimiento y alto impacto visual.
En su vivero PuraSalvia, Matías Busch ofrece variedades diferentes y novedosas, que incluyen nativas y cultivares e híbridos propios.
Salvia desoleana
Originaria de la isla de Cerdeña, en pleno Mediterráneo, esta salvia perenne sorprende con inflorescencias de hasta 30 cm en tonos lavanda y blanco durante la primavera.
Su follaje gris, compacto y denso, permanece incluso en inviernos con heladas de hasta –4 °C. Se desarrolla mejor en suelos secos y bajo pleno sol.
Salvia canariensis ‘Lancelot’
De porte imponente, puede alcanzar los dos metros de altura. Prefiere suelos secos y exposición solar intensa. Florece desde noviembre hasta abril y responde bien a una poda otoñal, que favorece un follaje saludable durante el invierno, incluso con temperaturas bajo cero (–4 °C).
El cultivar ‘Lancelot’ se distingue por sus hojas pubescentes, casi blancas, y un porte más erguido que la especie tipo, que suele inclinarse.
Salvia ‘Nelson’
Híbrido de cultivo, probablemente entre Salvia scabra y Salvia schlechteri, ambas originarias de Sudáfrica. De tamaño medio, esta salvia se caracteriza por su extraordinaria floración y una notable resistencia, lo que la convierte en una de las más confiables para el jardín.
Salvia muirii
Es un arbusto compacto de origen sudafricano que no supera los 40 cm de altura. Florece desde fines de la primavera hasta bien entrado el otoño con corolas azules matizadas de blanco que se destacan bajo el sol. Tolera las heladas y disfruta de una exposición soleada.
Salvia repens
Otra salvia sudafricana de porte bajo, que se mantiene entre los 20 y 40 cm de altura. Sus flores, lilas casi blancas, aparecen desde la primavera avanzada hasta el otoño.
Agradece las podas, que estimulan una floración abundante. Se expande mediante raíces gemíferas, pero sin volverse invasiva
Salvia ‘Waverly’
Híbrido de Salvia leucantha, es ideal para espacios protegidos de sol extremo y de heladas severas. Bajo esas condiciones despliega una floración ininterrumpida de noviembre a mayo, con largas varas púrpuras rematadas en flores blancas. En climas benignos incluso puede florecer en invierno. Alcanza unos 80 cm de altura y no necesita tutorado.
Salvia × jamensis ‘Off White’
Cultivar híbrido de dos especies mexicanas propias de zonas áridas. Alcanza unos 60 cm de altura y florece de manera casi continua, con la única pausa de los meses invernales. Necesita mucho sol para rendir al máximo.
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Salvia pallida (blanca)
Nativa de los bañados de Entre Ríos y Corrientes, es una de las salvias mejor adaptadas a terrenos húmedos. De porte alto y voluminoso, florece a lo largo del verano. En inviernos suaves conserva buena parte de su follaje.
Las salvias buscan llamar la atención y lo logran sin esfuerzo. Cada una con su porte, color y historia demuestra que un jardín cuidado no tiene mucho secreto: basta con elegir bien y dejar que la naturaleza haga el resto.