La muerte del deportista extremo Felix Baumgartner en Italia generó una conmoción global, no solo por la trágica naturaleza del accidente de parapente que le costó la vida, sino también por los mensajes que compartió horas antes del suceso. El atleta austríaco, de 56 años, se encontraba de vacaciones en la costa del Adriático cuando perdió el control de su aeronave.
¿Cuáles fueron sus últimas palabras en redes sociales?
Horas antes del accidente, Felix Baumgartner compartió contenido en sus redes sociales que, tras su muerte, adquiere una dimensión premonitoria. En una de sus historias de Instagram, el deportista publicó un video de las pruebas con su paramotor acompañado de una sola palabra: “Cuidado”. En otra publicación, se quejó de las condiciones climáticas con la frase: “Demasiado viento”.
También compartió un video de su perfil de Instagram con la leyenda “Hombres trabajando”, donde se lo observa mientras acondiciona y prueba el paramotor, una aeronave con un pequeño motor de hélice y un parapente. Estas publicaciones se llenaron de comentarios de sus seguidores, impactados por la noticia de su fallecimiento.
Cómo fue el accidente que le costó la vida
El accidente ocurrió alrededor de las 16 (hora local) en la localidad de Porto Sant’Elpidio, en la provincia de Fermo, Italia. Según la información de medios locales, Baumgartner sufrió una repentina indisposición mientras sobrevolaba la zona. Esta situación le provocó la pérdida de control del parapente motorizado.
El deportista cayó sobre la pileta del complejo vacacional Le Mimose. Durante la caída, impactó contra una estructura de madera y golpeó a una empleada del hotel. Los equipos de rescate que acudieron al lugar constataron que Baumgartner falleció en el acto. La mujer resultó herida por un escombro del vehículo y recibió traslado a un hospital, donde se encuentra fuera de peligro.
La hazaña que lo convirtió en leyenda
El 14 de octubre de 2012, Felix Baumgartner inscribió su nombre en la historia con la misión Red Bull Stratos. Con 43 años, ascendió en una cápsula presurizada, impulsada por un globo de helio, hasta la estratósfera sobre el desierto de Roswell, en Estados Unidos. Desde una altura de más de 39.000 metros, se lanzó en caída libre.
Durante el descenso, que duró cuatro minutos y 19 segundos, Baumgartner rompió la barrera del sonido sin asistencia mecánica. Alcanzó una velocidad máxima de 1342 kilómetros por hora. Con este salto, batió varios récords mundiales, incluido el del salto más alto jamás realizado hasta esa fecha, una marca que pertenecía desde 1960 al estadounidense Joe Kittinger.
Una vida dedicada al riesgo
Nacido el 20 de abril de 1969 en Salzburgo, Austria, Baumgartner se formó como mecánico y paracaidista en el ejército de su país. Su carrera como deportista extremo se caracterizó por la realización de saltos BASE desde lugares icónicos y de gran altura.
Entre sus acrobacias más conocidas se encuentran el salto desde la estatua del Cristo Redentor en Río de Janeiro, Brasil; desde las Torres Petronas en Kuala Lumpur, Malasia; y desde el viaducto de Millau en Francia. Su estilo audaz y su capacidad para superar límites lo convirtieron en un referente global de los deportes de riesgo.
Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.