Apenas necesita minutos para dejar su sello. Lennart Karl, la nueva perla ofensiva del Bayern Munich, convirtió este sábado su primer gol en la Bundesliga con apenas 17 años y en su sexta aparición oficial. Fue el tanto del 3-0 final ante Borussia Mönchengladbach como visitante, que redondeó otra actuación dominante del líder del campeonato alemán. El tanto del juvenil extremo alemán no solo decoró la goleada: vuelve a confirmar el potencial de una aparición que ya ilusiona tanto en Baviera como en toda la Alemania futbolera.
Karl ingresó a los 76 minutos por el colombiano Luis Díaz, con el partido ya resuelto, con el Borussia con uno menos desde los 19 minutos y el marcador con dos goles arriba, y no necesitó más que una oportunidad para destacarse. Con su característica zurda, ejecutó un remate potente y esquinado al ángulo derecho del arquero local, que se quedó mirando la pelota entrar, y puso cifras definitivas al encuentro. Con este gol, se convirtió en el tercer jugador más joven en marcar con el Bayern en la liga local.
Había debutado en la red a nivel oficial apenas días antes, con otro golazo, por Champions League ante Brujas. Aquella conquista, además, lo transformó en el jugador más joven en marcar para el Bayern en la competencia continental. El día después de eso, siendo elegido el mejor jugador del partido, tuvo que asistir al colegio secundario para sus clases regulares el jueves. Y hoy volvió a jugar y convertir.
Con este nuevo grito, Karl alcanza dos goles en sus primeros 336 minutos como profesional, repartidos entre Bundesliga, Champions, Copa de Alemania y el Mundial de Clubes. Y su irrupción no es casualidad: venía de firmar una temporada deslumbrante en inferiores, con 34 goles en 30 partidos entre las categorías Sub17 y Sub19 del Bayern, además de siete tantos con la selección juvenil alemana. En abril, la Federación lo premió con la medalla Fritz Walter de plata, como segundo mejor jugador del país en su categoría.
“Estoy muy contento con el gol y mi rendimiento. Ser nombrado Jugador del Partido es increíble, pero no voy a parar”, había declarado tras su debut europeo, cuando fue figura y autor del primer tanto en el 4-0 ante Brujas. Y, efectivamente, no paró.
El Bayern, mientras tanto, sigue en un nivel aplastante. Con ocho victorias en igual cantidad de fechas, incluida una al Borussia Dortmund en el clásico, lidera la Bundesliga con cinco puntos de ventaja sobre Leipzig. La victoria de este sábado también estiró su racha a 13 triunfos consecutivos en el inicio de esta temporada, igualando el récord histórico del Milan en las grandes ligas europeas. Con 45 goles a favor y solo 10 en contra en ese lapso, el conjunto de Vincent Kompany combina solidez, contundencia y un plantel en plenitud. Con jugadores como Luis Díaz, Harry Kane, Michael Olise y Joshua Kimmich, entre otros, sostienen la estructura. Y Karl, desde el banco, ya pide pista.
Resumen del partido
El perfil de Karl, sin embargo, trasciende los números. Zurdo, ágil, encarador, con facilidad para definir y visión de juego, suele moverse como extremo derecho a pierna cambiada, aunque él mismo ha confesado admirar a Martin Ødegaard y sentirse cómodo como enganche. “No le tengo miedo al rival y confío mucho en mí mismo”, aseguró en una entrevista reciente, en la que relató cómo cambió su mentalidad tras una temporada irregular en Sub 16, sumando entrenamientos extras por su cuenta. “Eso me ayudó mucho para desarrollar otra actitud en el campo”, explicó.
El propio Harry Kane, máximo referente ofensivo del equipo, lo elogió públicamente: “Es un jugador fantástico. No les teme a las gambetas. Solo tiene que seguir trabajando duro y tendrá un gran futuro por delante”.

En Alemania ya lo comparan con el histórico Arjen Robben por su capacidad para perfilarse desde la banda y disparar con precisión de zurda, pero Karl busca esquivar esas etiquetas. “Practiqué ese movimiento hasta que me salió automático. Ni siquiera lo pienso en el momento. Lo hago y los goles surgen de forma natural”, dice con naturalidad.
Vincent Kompany lo utiliza como alternativa ofensiva del francés Olise y su idea es que vaya sumando experiencia progresivamente, sin apurarlo. Pero su irrupción ya impacta. En un fútbol alemán que viene de varios golpes —desde la fractura de Jamal Musiala, que recién en estos días volvió a entrenarse, hasta la falta de consistencia de Florian Wirtz en Liverpool—, su aparición representa una bocanada de esperanza. Aunque aún le falta recorrido, su zurda comienza a colarse en los debates sobre la selección nacional de cara a la Copa del Mundo del año próximo.
Mientras el Bayern sigue acumulando victorias, el apellido Karl comienza a quedar en la memoria de los hinchas. No solo por sus goles, sino por el modo en que los convierte.
