Marmolejos (Gran Canaria), 28 may (EFE).- La familia Benetón regresará a los cines de España en 2026 con una secuela tras el éxito de su primera película, la quinta más taquillera en nuestro país el año pasado, y lo hará con más diversión, caos y locura, dos nuevos miembros al clan y con Leo Harlem y El Langui como protagonistas.
La película se rueda estos días en el norte de Gran Canaria, donde se recrea un poblado africano, ya que en esta ocasión los Benetón – Toni (Leo Harlem), el tío Lolo (El Langui) y los cinco hijos adoptados de la hermana del primero, de los que se hizo cargo al fallecer esta- tendrán una gran aventura en África, de donde llegan precisamente los dos miembros nuevos de la familia.
El director de la película, Joaquín Mazón, ha señalado este miércoles en una visita para medios al set que el rodaje está siendo «un caos», tal y como es la propia historia que han querido contar en esta segunda entrega de La Familia Benetón.
En esta ocasión, llegan a la familia -que ya integran cinco chicos de distintas procedencias- dos bebés africanos que van a poner a prueba su fortaleza y esa coexistencia que habían alcanzado tras la primera de las cintas.
Leo Harlem, por su parte, ha destacado los valores que manda esta película, «de cariño, de amistad, de vida familiar, de diversidad, de inclusión de todo tipo». Mensajes que llegan a través de la comedia, que considera «el vehículo por excelencia» para transmitirlos pese a que la sociedad en general vea a este género «como la hermana pequeña del cine».
Esta segunda entrega, ha dicho, tendrá un «punto más gamberrito», con la ternura que caracterizó a su precuela, pero también con esa chispa que «no va a defraudar» a nadie.
Preguntado por los ingredientes que cree tuvo la primera película y cuáles se han podido llevar a esta segunda entrega, El Langui, ha reconocido que «la fórmula nunca se sabe» pero que creía que esos materiales de los que estaba hecho el filme y le llevaron al éxito fueron la integración de distintas realidades y diferencias culturales, el trato a la discapacidad y el humor.
«Al final, no deja de ser un reflejo un poco de la sociedad actual», ha asegurado Langui, quien ha indicado que él mismo tiene hijas propias e hijas de su actual pareja que siente como propias, y que es una realidad que cada día se extiende más en las familias españolas. EFE
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